PLAN CÓSMICO
PLAN
EL PLAN CÓSMICO
La verdadera historia de la Creación
«El amor se perfecciona en el perdón, madura en la comprensión, vive en
la tolerancia y se alimenta en la comprensión y la caridad. No hay amor sin
misericordia, y todo ello nos lo está confirmando la esencia de esta humanidad
terrestre.»
Guía Sampiac.
El Plan Cósmico es un proyecto alternativo de la actual Creación
Universal que busca que a través de una nueva humanidad (como la nuestra) se
logre el desestancamiento evolutivo en el que ha caído dicha Creación. La llave
para activar nuevamente este proceso progresivo está en nuestras manos, y es el
Amor. Sí, es el ser artífices de trascendentales actos de amor espiritual.
Lo expresa así, el Guía Sampiac:
«Vuestro papel es un rol en el que se descubrirán portadores de la llave
de un «umbral secreto» al que sólo ustedes pueden acceder primero, para que los
demás (sus hermanos del cosmos) aprendiendo humildemente de su esfuerzo puedan
a continuación, ubicarlo y atravesarlo también.»
«Lo que ustedes deben desarrollar es una vivencia diferente del amor.
Porque para las civilizaciones más avanzadas en esta última Creación, el amor
ha significado el bien común. Como una medida de convivencia y elevación, pero
que rápidamente conoció sus limitaciones y produjo un estancamiento relativo en
el ascenso evolutivo. Ahora, después de haberlos observado durante mucho de
vuestro tiempo, estamos convencidos de que hay en ustedes la clave de todas las
respuestas de lo que hemos aguardado; y que sí es posible a través de vuestra
participación, que podamos aprender todos nosotros alternativas nuevas de
evolución; facetas diferentes en un replanteamiento general de todo cuanto
hemos experimentado y de cómo lo hemos entendido y enfocado hasta ahora. Y esto
es porque nadie lo sabe todo, ni lo ha experimentado todo, y menos aún en el
amor, en donde cada día se plantea una experiencia nueva y enriquecedora.»
Los Trazos del Plan
El Plan Cósmico en un principio, centró su atención en ocho planetas con
una característica particular (planetas Clase Ur; la Tierra es uno de ellos) en
los cuales se pudieran albergar civilizaciones que eventualmente fueran capaces
de dar saltos evolutivos rápidos y sin iguales, transformándose sus habitantes
con el pasar del tiempo, en maestros de sus propios maestros.
El parámetro central para estas humanidades era que los seres que
conformaran dichas civilizaciones pudiesen por su propio esfuerzo y sólo con
una mínima guía de sus hermanos mayores, alcanzar a través de la FE a reconocer
sus potencialidades y su lugar en el Cosmos, para que tomando la posta de Luz
que le corresponde, asumiese su función de puente uniendo planos, dimensiones y
universos, y de guía para todos aquellos que le esperan, y para los que no, los
disidentes del Plan, por medio de un amor infinito desarrollado en su propia
esencia, se les tendiese una mano compasiva mostrándoles el camino de la
misericordia y el perdón.
Actualmente, sólo la Tierra, ha alcanzado a desarrollar los parámetros o
requisitos al comienzo esbozados. En los otros siete, por diferentes motivos,
ya sean atribuidos a la asechanza o al mal manejo de los vigilantes del
proyecto, los pobladores y sus hogares han desaparecido o han generado una
inadecuada dependencia.
La Tierra y sus habitantes, sin querer queriendo, han terminado siendo
protagonistas de esta gran «obra teatral cósmica», la cual encamina su
escenario natural a un acto último aún no escrito, pero que deslumbra un final
feliz, ya que existe una esperanza grande en que sus actores, que andaban a
mitad de función tomando expectativas particulares y posiciones partidistas,
puedan unirse y llevar a cabo el designio emanado en principio, por medio de la
renuncia y el desprendimiento, de la colaboración y el respeto, del trabajo y
la alegría, y del amor y el perdón.
«Alégrense porque en vuestro mundo se están dando las condiciones
favorables para que el nivel vibracional se vaya acercando a la cuarta dimensión
de conciencia. Ustedes con su esfuerzo personal y grupal están haciendo posible
que la ayuda se dé como estaba establecido en el Plan Cósmico, por una parte de
la Hermandad Blanca de la
Estrella y por otro de la Hermandad Blanca de la Tierra, que juntas con
los obreros de la obra representados por vosotros, servidores de la luz, se
está logrando concretar lo positivo que estaba escrito para que se cumpliera en
los tiempos del cambio en este planeta de experimentación y, a la vez, se están
escribiendo muchas nuevas cosas cargadas de esperanza, que harán que muy pronto
vuestro mundo se sume a los planetas de la Confederación para formar parte de
la ayuda a otros mundos».
Guía Anitac.
LA ESTRUCTURA DEL COSMOS
CAPITULO 1
A través de nuestra experiencia de contacto hemos aprendido que existe
una cosmogonía extraterrestre, un Plan Cósmico que nos narra cómo empezó todo.
Ellos dicen, a grandes rasgos, que el Cosmos está dividido en tres grandes
universos, uno contenido dentro del otro. El Universo Material, el Universo
Mental y el Universo Espiritual.
El Universo Material
Vivimos en un Universo Material de siete dimensiones.
En dicho universo, los seres humanos tenemos siete cuerpos para
actuar en estas siete dimensiones. Aparte del Cuerpo Físico, denso,
material, tenemos un Cuerpo Astral que es el cuerpo de las
emociones, de los deseos, unido al cuerpo físico a través de un cordón
umbilical de energía, llamado el Cordón de Plata. También nos habla
que hay un tercer vehículo que es el Ego Inferior, el carácter, la
personalidad. Cuando una persona muere, muere su cuerpo físico. Lo normal es
que al cabo de tres días muera su cuerpo astral y su ego inferior. Todos ellos
mueren con uno, y el Ser pasa a la cuarta dimensión, al Mental Superior o al
ego superior. Esto es que el ser humano es como un actor de una obra de teatro
que terminada la obra, se quita el maquillaje, se quita el vestuario, deja
atrás la escenografía, deja atrás el guión y sale a la calle como el actor que
es y no como el personaje. Qué problema sería que terminada la obra, el actor
se creyera el personaje que le tocó actuar y se confundiera con él.
Dejamos al lado al personaje pero asumimos toda la experiencia acumulada
en esa encarnación. Los extraterrestres hablan de las vidas sucesivas, de la
reencarnación. Pero ellos no la explican como la plantean ciertas religiones
orientales que dicen que una persona puede encarnar en un animal. No
hay involución. Es como si a una persona le fuera mal en la secundaria o en
la universidad, y lo devolvieran al jardín de infantes.
Uno tendrá que repetir cuantas veces necesite el grado para pasar al
nivel inmediatamente superior, más nunca será degradado de nivel. Ellos
aseguran además, que el género es circunstancial. Que en algunas vidas somos
hombres, en otras mujeres; vamos pasando por todas las experiencias humanas
teniendo a los planetas como planos de evolución. Cuando ya nuestro nivel de
evolución sea lo suficientemente elevado, no reencarnaremos en este planeta.
Ellos dicen que los seres que vivimos en este mundo, en el planeta Tierra,
somos seres de 3:3. Seres que estamos en una tercera dimensión física y en un
tercer nivel de conciencia.
El cuarto vehículo es el Mental Superior. Este es el cuerpo
de las facultades síquicas, cuerpo de la intuición. Luego viene el vehículo
del Alma que es la catedral del espíritu donde se acopian las
experiencias de nuestras vidas anteriores, el maestro interno, el real ser de
cada uno. Un vehículo más es el Espíritu que es la conciencia
acumulada y finalmente el Cuerpo de la Esencia. Siete cuerpos para
actuar en las siete dimensiones del universo material.
Para activar la conciencia en cada uno de esos siete
cuerpos, existen siete centros de energía, los llamados siete
chakras que se estimulan a través de la respiración.
Nosotros por medio de la respiración no solamente nos oxigenamos.
También con ella nos cargamos de electrones, nos cargamos eléctricamente y esa
energía de alguna manera se aloja en el sistema nervioso y emite luz. Esa luz
al atravesar nuestro cuerpo, como una luz atravesando un prisma, forma una
especie de arco iris de colores que no puede ser percibido a simple vista, sino
con la mente. A simple vista lo que vemos es un halo. Eso es la cantidad de
energía que una persona tiene. En la mañana más que en la tarde o en la noche.
Pero la calidad de esa energía es lo que nosotros conocemos como El
Aura. El aura es ese cuerpo bio-plasmático,
cinturón electromagnético que todo ser humano tiene que forma una barrera
inmunológica o campo de protección.
Aprender a respirar es clave para ir activando estos centros que nos van
a permitir desarrollar concientemente cada uno de estos siete vehículos.
El Universo Mental
Ahora, más allá de la Séptima Dimensión, como en la música, en una
octava superior, hay un universo paralelo a este. Es el Universo Mental.
Los seres que proceden de allí ya no son extraterrestres, ni terrestres, ni
intraterrestes. Son Ultraterrestres. Lo que llamaríamos Ángeles, Arcángeles,
Tronos, Principados, Serafines, Querubines, todo este tipo de entidades
pertenecen a este universo de octava, novena y décima dimensión.
Son conocidos también bajo el nombre de «Helell» o «Resplandecientes».
Seres de energía pura, mental, que habrían sido los responsables de las
creaciones materiales. Sobre este punto, los Guías nos han enseñado que se han
dado diversas creaciones en el Universo Material como parte de una «emanación»
del Universo Mental o «Eternal», por cuanto en él, el tiempo, sencillamente, no
existe.
Dentro de las entidades mentales que moran en este Universo nos
encontramos con los Padre Creadores responsables de la
aparición de lo «Físico» en el Universo Material y los Guardianes del Destino,
conocidos en el ámbito esotérico como «Los Señores del Karma«, entidades
que regulan el tránsito de aprendizaje de las esencias que viven en el plano
material, creciendo en conocimiento y conciencia a lo largo de vidas sucesivas.
El Universo Espiritual
Más allá habría otro universo, entre la décimo primera y décimo segunda
dimensión que ellos denominan el Universo Espiritual o
Interno. Tres universos, uno contenido dentro de otro.
Para comprender esto en su relación con la vida humana, por ejemplo, los
primeros tres vehículos del hombre: el Cuerpo Físico, Astral y el Mental
Inferior, constituyen el plano de la conciencia material y nos conectan con el
universo material. El Cuerpo Mental Superior más el del Alma y el del Espíritu
constituyen el plano de la conciencia mental y nos conectan con el universo
mental. El séptimo vehículo, el de la Esencia, nos conecta con el tercer
universo que es el espiritual.
Por esta razón al Universo Espiritual se le llama «Interno» o
«Esencial», por cuanto es el propio origen de las cosas, por llamarlo de alguna
manera, ya que ni siquiera lo podemos medir o comprender, pero sí «sentir».
¿Dónde queda el concepto de Dios en todo esto? Dios, la divinidad
suprema, mora en cada una de estas dimensiones o manifestaciones de Su
Conciencia Cósmica, por cuanto toda la creación, forma parte de sus latidos
estelares.
Esta es la visión extraterrestre del Cosmos. Y es importante conocerla
para comprender la crisis que empezó a afectar al Universo Material.
CRÓNICA DE UN ESTANCAMIENTO ESTELAR
CAPITULO 2
Entendiendo esto, pasamos a explicar que este Universo Material ha
tenido muchas creaciones. Es un universo que tiene principio y por
ende tendrá fin. Ahora, es un universo finito pero sin límites. Como una
esfera. Las primeras civilizaciones que surgieron en esta
última gran creación fueron teledirigidas, fueron guiadas por seres
ultraterrestres del universo mental. Estas entidades actuaron como apoderados
de estos entenados, de estos instruidos que eran los primeros en aparecer en
este universo material. Estas primeras civilizaciones comenzaron a ayudar a
otras que venían detrás y así sucesivamente en una larga cadena de solidaridad.
Aclaremos que los seres del universo mental, como los ángeles, no tienen
una evolución como la nuestra. Su evolución no es por mérito
como el caso nuestro, sino por tiempo de servicio. Como son seres que
han sido creados dentro del universo mental son seres muy mentales que saben
por conocimiento de adónde viene la cosa y para dónde va. O sea, no pueden
desviarse ni a derecha ni a izquierda. Por así decirlo, diríamos que son seres
un tanto cuadriculados o enmarcados que para evolucionar requieren que el
universo material evolucione y los ayude o los promueva a alcanzar
niveles superiores, como el universo espiritual.
Consecuencia de un orden mental
En un momento dado de la creación, estas civilizaciones del universo
material que recibieron el apoyo de seres del universo mental, alcanzaron
niveles de evolución tan elevados que no pudieron evolucionar más. Aquellos que
alcanzaron la tercera, la cuarta, la quinta, la sexta dimensión de la
conciencia que iban ayudando a otros a pasar de tercera a cuarta, de cuarta a
quinta, de pronto… se estancaron. Como dice el dicho, «partida de caballos,
parada de borricos«, pues empezaron muy rápido, con mucho entusiasmo, con
un desarrollo muy auspicioso, pero precisamente, por haber recibido
tanto en tan poco tiempo y sin mucho esfuerzo ya que
siempre fueron guiados y teledirigidos, no pudieron por sí solos llegar a ser
mejores de lo que eran produciendo un estancamiento en la
evolución. Un estancamiento en un universo dinámico como el nuestro, en donde
todo siempre está en movimiento, era algo bastante peligroso. Esto obligó a que
los seres del universo mental se reunieran en una especie de concilio y
trataran de discernir en qué ellos habían fallado.
EL CONCILIO DE LOS HELLEL
CAPITULO 3
Una vez los ultraterrestres reunidos en el «concilio», uno de ellos, el
legendario Lucifer, Lug o Luzbel, planteó que el problema era haberle
dado demasiada información, haber facilitado demasiado el acceso al
conocimiento en muy poco tiempo a civilizaciones del Universo Material.
El error había sido precisamente que se les había instruido de acuerdo a
la mentalidad de estos seres del Universo Mental. O sea, muy mentales,
lo cual hizo que ninguna civilización alcanzara la séptima dimensión de la
conciencia. El séptimo vehículo que todos tenemos es la Esencia. Entonces, para
llegar a tener contacto con la Esencia, con el plano de la conciencia
espiritual, se tendría que acceder a través de una actitud muy
espiritual que no la habían podido enseñar los seres del Universo
Mental por ser muy mentales. Más bien es todo lo contrario. Ellos tienen que
aprenderlo de nosotros, porque no hay nadie por muy sabio que sea que no tenga
algo que aprender, y nadie por muy humilde que sea que no tenga algo que
enseñar.
Haber recibido directamente el conocimiento, abundante información,
volvió a ciertas civilizaciones del Universo Material, como los oriones, muy
apegados al avance tecnológico y filosófico que habían conseguido, al punto de
volverse agresivos y violentos si se sentían amenazados, tanto ellos como sus
principios o sus logros científicos; este excesivo celo, sería más tarde el
caldo de cultivo para que se generasen violentos enfrentamientos estelares o
batallas cósmicas extraterrestres.
El proyecto de Libre Albedrío
Sobre la base de todo esto, y ahora en marcha el proyecto de crear una
humanidad nueva que por mérito propio pudiese alcanzar lo que sus hermanos
mayores no consiguieron, el Concilio de los Helell pensó que sería oportuno
colocar un grupo de entidades mentales en el universo material que actuaran
como entidades disociadoras, dificultando al máximo el acceso a
información. Estas entidades, llamadas «demonios», tendrían esto como función;
no eran ni buenas ni malas. Solamente vendrían a fastidiar la vida, a complicar
las cosas y a mayor complicación, habría mayor esfuerzo por parte de las
civilizaciones materiales y esto reestablecería la dinámica interrumpida.
No obstante, otros seres del Universo Mental consideraron que no se
podían cambiar las reglas del juego el libre albedrío en
discusión por ser aplicado a una «humanidad nueva» y no en las ya existentes
civilizaciones extraterrestres cuando ya el partido está comenzado. Imaginemos,
por ejemplo, qué pasaría si faltando quince minutos para que termine el juego,
el árbitro decide que no se juegue más con arqueros porque el partido está
empatado o, si a un alumno de una escuela militar que tiene una disciplina
rígida, una estructura mental muy limitada, en un claustro que no es mixto,
faltando un año para graduarse lo sacamos de ahí y lo mandamos a un colegio
mixto, que no es internado, que no tiene nada de disciplina…, lo más probable
es que naufrague.
Si se han de cambiar las reglas del juego, si se ha de experimentar buscando
alternativas nuevas, se tenía que experimentar sobre civilizaciones nuevas que
todavía no habían surgido o que recién habían comenzado. Eso fue lo que
sugirieron otros seres del Universo Mental. A Lucifer o Luzbel no le satisfizo
esta modificación o contrapropuesta porque significaba dejar de lado a sus
entenados como los seres de Orión , a aquellos que habían recibido la
instrucción de parte de ellos para darle la oportunidad a unos
advenedizos, a civilizaciones nuevas, para que de pronto en muy
poco tiempo alcanzaran niveles de evolución muy elevados que no solamente se
equipararan a los alcanzados por los que ellos habían entrenado, sino, que
incluso podrían superarlos, marcarles la pauta y enseñarles.
La Rebelión de Luzbel
Nos preguntamos ante esto, ¿cómo seres del Universo Mental, de una
dimensión tan elevada, podrían caer en ese juego de la soberbia, de la falta de
humildad?
Es cierto, cuando uno más alto está, difícilmente se cae. Pero si se
cae, se cae y «aporrea» fuertemente. Así, a Lucifer no le agradó la
contrapropuesta y no le agradó, de ninguna manera, que se llevara esto a cabo.
Al rebelarse contra la idea, Luzbel se distanció del Plan propuesto por los
otros y sin querer se convirtió en ese «demonio» que se buscaba para generar
las trabas que dificultaran el acceso a la información para
las nuevas civilizaciones, que se crearían como alternativa o puente de rescate
para las estancadas.
Parte de este drama cósmico, sintetizado de alguna u otra manera en la
rebelión de Luzbel ante la decisión del Concilio de los Helell que no
compartía, llevaría a «El que porta la Luz» significado latín de «Lucifer» a
influenciar a civilizaciones extraterrestres del Universo Material en contra
del Plan Cósmico y, como consecuencia, en contra de la humanidad nueva que muy
pronto aparecería..
EN BUSCA DEL PLANETA UR
CAPITULO 4
Nuestra galaxia, la Vía Láctea, tiene alrededor de cuatrocientos mil
millones de estrellas o de soles como el nuestro. Hay estrellas azules,
estrellas rojas, amarillas, o blancas. Estos colores dependen de su antigüedad
y de su composición. La mayoría de los sistemas son binarios y
trinarios, o sea, la mayoría de los sistemas solares no tienen una sola
estrella como el nuestro, sino que tienen dos o tres soles. Así pues, sistemas
solares como el nuestro en la Vía Láctea son aproximadamente cien mil millones
y galaxias como la nuestra han sido calculadas por los astrofísicos en unas
cien mil millones de galaxias. Cien mil millones de galaxias por cien mil
millones de sistemas solares… pensar que solamente hubiera vida en nuestro
planeta…
Nuestra galaxia no es una galaxia principal. Es una galaxia satélite.
Así como nuestro planeta Tierra gira en torno al sol, todo el sistema gira en
torno al centro de la galaxia. La rotación alrededor del centro de la galaxia
gira cada 260 millones de años. Decíamos que nuestra galaxia es una galaxia
satélite, que gira junto con otras siete más en torno a una galaxia principal
que es la M31 o más conocida por todos, como Andrómeda, que se
encuentra a dos millones de años luz de distancia de nosotros (Un año luz son
9614 billones de kilómetros). Científicamente, los astrónomos involucran un
grupo de 20 galaxias aproximadamente en torno a Andrómeda como parte del
llamado «Grupo Local». Sin embargo, lo extraterrestres tienen en cuenta ocho
galaxias en torno a Andrómeda para definir el sector estelar que compromete el
desarrollo del Plan Cósmico.
Fue precisamente este grupo local el seleccionado para llevar a cabo el
proyecto donde surgiría una humanidad en un tiempo diferente, en un
tiempo desfasado, una humanidad con un potencial psíquico capaz
de abrir puertas hacia otras dimensiones; una humanidad con un potencial
de Amor y de Fe que le permitiera abrir la puerta hacia el
plano de la Conciencia de la Esencia o Espiritual y que sirviera como un puente
de comunicación entre el Universo Material y el Universo Espiritual,
todo ello representado en la estrella de seis puntas, que simboliza que así
como es arriba, así es abajo; la síntesis entre lo espiritual y lo material.
Mundos de un aura azul
Entonces, en este Grupo Local, cuatro de las nueve galaxias fueron
seleccionadas. Dos planetas de cada una de esas cuatro galaxias. A esas
galaxias llegaron seres de este Universo Material y de alto grado de evolución para
llevar a cabo la propuesta emanada del Universo Mental. Seleccionaron a ocho
planetas de categoría UR que sólo se presentan en los sistemas solares
de una sola estrella. La Tierra es un planeta UR. Esto significa que son
planetas inestables, sensibles, que su misma inestabilidad hace que los
seres que vivimos en él, seamos tan inestables como el planeta mismo, pero
también si nosotros logramos estabilizarnos o equilibramos, podemos equilibrar
y armonizar al planeta. Entonces, la Tierra es un planeta UR de aura
azul; un planeta inestable pero con un potencial para un desarrollo
superior que permite una variedad de vida, de mega flora y de fauna
inigualable. En otras palabras, la Tierra era uno de los ocho escenarios para
que creciera una humanidad corregida y mejorada de los autores. En La Biblia,
en los Salmos, se afirma: «porque el Hombre fue creado poco menos que un
ángel para sentarse al lado de Dios«, cosa que a los ángeles no les resulta
tan fácil lograr antes que lo consiga el Hombre.
Desde el momento en que el planeta estaba en enfriamiento ya venían los
seres extraterrestres, por cuanto el tiempo para ellos no está pasando de igual
manera que para nosotros. Para nosotros, pasan cientos de años, y para ellos
fue «el año pasado». Estarían presentes en la Era Primaria, en la Era Arcaica,
en la Era Secundaria, cuando la Tierra tenía una corteza muy frágil y se
hallaba en pleno desarrollo. Pero, ¿quiénes eran aquellos visitantes? ¿Cómo
estaban organizados? ¿Quién les dirigía?
LA JERARQUIA GALÁCTICA
CAPITULO 5
Los extraterrestres nos dicen que nuestra galaxia, la Vía Láctea, tiene
un gobierno compuesto por 24 seres a los que ellos llaman Los 24
Ancianos de la Galaxia. Esos 24 seres no representan a 24 civilizaciones
sino a la evolución misma. Todos los mundos más evolucionados en capacidad de
ayudarse a sí mismos y a ayudar a otros que están en vía de evolución se
encuentran regidos bajo la supervisión de estos 24 seres. Ellos son:
Los 24 Ancianos tienen participación en el Consejo de los Nueve de Andrómeda,
formando así una especie de Concilio de 33 miembros que representan a la «Gran
Hermandad Blanca de la Estrella».
El Consejo de los Nueve, constituido por un representante de cada una de
las nueve galaxias de nuestro Universo Local, está formado por:
Alcim, Gonamar, Leteon, Olmax, Oracel, Ralbot, Sagñac, Sullantes y
Sumesla.
Por debajo de la Gran Hermandad Blanca de la Estrella se encuentran:
Los Ingenieros Genéticos o Sembradores de Vida
En La Biblia se les denomina, Elohim. Son razas extraterrestres la
mayoría de ellas concentradas en las estrellas pléyades que tienen un avance
tecnológico asombroso, y que les permite actuar como «Arquitectos de Planetas»
o como sembradores de patrones de vida, teniendo la facultad de modificar
físicamente la estructura de las criaturas. Poseen también la facultad
científica de manipular concientemente el concepto de «tiempo».
Los Guardianes y Vigilantes
Constituyen el «brazo derecho de la Confederación». Se encargan de velar
por la protección de mundos que se encuentran en vías de evolución, como la
Tierra, evitando la intromisión de civilizaciones extraterrestres que esgrimen
intenciones bélicas o de colonización, o, inclusive, estudios científicos no
autorizados por el orden establecido desde la Confederación de Mundos de la
Galaxia. Generalmente, los Guardianes y Vigilantes poseen bases orbitales
próximas a los planetas en observación o bajo «cuarentena», siendo el caso
propio de la Tierra, que es vigilada desde una estación espacial denominada
«Celea», y que se encuentra oculta tras la Luna.
Los Instructores o Guías
Son los que están más cerca de nosotros. Su función es orientar misiones
de ayuda planetaria, como la Misión RAHMA, para motivar el despertar de
conciencia de la raza humana y prepararla para el Tiempo Nuevo.
Los Guías pasarían por un periodo de adiestramiento para comprender la
forma de vida que asistirá. Esta preparación, involucra un estudio profundo de
la cultura-objetivo, y la forma más adecuada de llegar a estas razas. En el
caso concreto de la Tierra, los Instructores se formaron en una suerte de
«universidades espaciales», donde no sólo profundizaron los conceptos de la
cultura terrestre, sino que estudiaron también el mecanismo más viable de
comunicación, y que motivaría el despertar progresivo de facultades dormidas en
el hombre: la telepatía. Por ello, los Instructores o Guías, a pesar de ya
poseer esta facultad, fueron entrenados como Doctores Mentales, y así poder
operar efectivamente en un mundo de energías movilizadas como la Tierra.
Todos ellos los seres del Universo Material fueron los que recibieron el
encargo de venir a acelerar el proceso de la vida para que se crearan las
condiciones para que con el tiempo surgiera vida inteligente en nuestro planeta.
PRIMERA HUMANIDAD
NUESTRO ORIGEN ANTÁRTICO
CAPITULO 6
Los primeros seres del Universo Material que vinieron a la Tierra se
instalaron en bases submarinas muy cerca de la Antártida, cuando ésta se
hallaba en el ecuador, en un escenario planetario donde los mares eran ácidos.
Aquellos visitantes provenían de un sistema planetario de la Constelación del
Cisne, a 6.000 años luz de nuestro Sistema Solar.
Ellos sembraron esporas en nuestro mundo, hace unos 3.000 millones de
años, para cambiar la acidez de los mares y convertirlos en alcalinos, y así
modificar las condiciones químicas del planeta. A esta primera humanidad o
civilización extraterrestre se le conoce como la Antártica, o los
«Padres Antiguos».
Sembrando los patrones de vida
Los visitantes científicos extraterrestres, al igual que los Ingenieros
Genéticos de las Pléyades, estaban capacitados para estimular la vida en un
planeta. En este caso, ellos sembrarían patrones de vida provenientes
de Orión, la civilización más emblemática del Universo Material para
desarrollar el Plan, por cuanto eran sinónimo del estancamiento cósmico, al
haber seguido una línea de comportamiento excesivamente mental heredada de los
Resplandecientes y que les llevaría, inclusive, a conducir equivocadamente el
conocimiento alcanzado a través de guerras y enfrentamientos estelares.
Así, los científicos extraterrestres depositaron en la Tierra una
molécula auto-replicante, que derivaría más tarde en el desarrollo de formas de
vida complejas.
El poseer un origen foráneo Orión en este caso procuraba observar a una
humanidad nueva, terrestre, pero con las mismas influencias u obstáculos que
afrontaron las civilizaciones extraterrestres que las precedieron.
Cómo era la Tierra
Antes de la visita de los científicos del Cisne, en la Tierra primitiva
no había aún ningún ser vivo. El modelo que actualmente manejan muchos
científicos nos presenta una corteza bastante caliente, compuesta de roca
primitiva bañada por mares en continua ebullición y en equilibrio con nubes
cargadas de lluvia y electricidad estática, que se descargaban en forma de
violentas tormentas con rayos y centellas.
A medida que descendió la temperatura, poco a poco se fueron formando al
«azar» según la opinión de la ciencia otras sustancias necesarias para la eventual
formación de las primeras moléculas capaces de auto-reproducción: formato,
aspartato, lactato, glicina, ribosa, adenina y glucosa.
¿Por qué se pueden formar estas moléculas? Todo ello, desde luego, no
fue fruto del azar, sino de la propia intervención extraterrestre y la
«siembra» de los patrones de vida, que se basaba no sólo en un inimaginable
conocimiento químico, sino también de su íntima y secreta relación con la
geometría. Por ejemplo, el empleo del «tetraedro«. Es interesante saber
que tanto el carbono como el nitrógeno y el oxígeno son fundamentalmente
tetraedros, que de alguna manera buscan asumir esa geometría de manera tal que
tendrán la mayor estabilidad cuando en los cuatro vértices del tetraedro se
encuentren dos electrones con espín opuesto. Esto es importante, por cuanto
cualquier otra estructura será menos estable y susceptible de reaccionar con
otros átomos. Por supuesto, los seres del Cisne sabían todo esto.
Desde 1990, Christopher Chyba del Instituto para la
Búsqueda de Inteligencia Extraterrestre propuso que el agua y los gases de la
atmósfera terrestre provienen de la colisión con cometas, meteoritos, etc. que
no sólo trajeron agua y gases sino aminoácidos y otras moléculas orgánicas.
Evidencia de que esto pudo haber sido, así es que en los Cometas Halley,
Hale-Bopp y Hijakutake se detectó la presencia de querógeno, etano y metano.
Hoy por hoy esta teoría, llamada «panspermia» por los científicos que la
apoyan, señala la Nebulosa de Orión como el posible origen de
las primeras moléculas en la Tierra.
La presencia de los científicos del Cisne explica cómo llegaron esas
moléculas. Y como hemos visto anteriormente, por qué se escogió Orión como
modelo de «siembra».
SEGUNDA HUMANIDAD
LA CONSOLIDACIÓN HIPERBÓREA
CAPITULO 7
Posteriormente, en la era secundaria, millones de años después, llegan a
nuestro mundo un grupo de colonos extraterrestres que se van a instalar en la
parte norte de Europa y Groenlandia -la mayor isla de la Tierra en la región
polar ártica-, fundando así la mítica Hiperbórea, con su capital
Tule o Tollán.
Groenlandia, Islandia y las islas de Spitzberg serían los vestigios
geológicos de ese fabuloso continente hiperboreal, que disfrutaba de un clima
tropical, con una vegetación extraordinaria. Los importantes yacimientos de
carbón fósil bajo el hielo de estas islas, demuestran que allí creció hace
mucho tiempo una exuberante vegetación. Irónicamente, Groenlandia significa «tierra
verde«.
Este sería el lugar elegido por los cosmonautas extraterrestres, en
donde edificarían una portentosa ciudad que las leyendas, aun hoy en día,
recuerdan.
Los Vigilantes de Alfa Centauro
Aquellos visitantes eran viajeros estelares, de la categoría de Guardianes
y Vigilantes, altos y corpulentos, de tez blanca y de cabello claro que les
caía por detrás de los hombros.
Provenían de Alfa Centauro, una de las estrellas más próximas a la
Tierra (4.2 años luz), aunque, en realidad, se movilizan continuamente por el
espacio visitando pacíficamente los diversos mundos que esgrime nuestro
Universo Material.
Precisamente, por la experiencia que poseían en diferentes planetas,
llegaron a nuestro planeta, en plena Era Secundaria, para establecer una base
temporal que confrontara, como si se tratase de un «test«, cómo una
civilización podría adaptarse a un mundo que resultaba impredecible por sus
características UR y, también, peligroso, por el mismo hecho de ser inestable y
en continua formación.
El Impacto Cósmico y la Extinción Masiva
El problema de los planetas Ur es que como son tan sensibles, tienen una
gran fuerza magnética por llamarlo de alguna forma que atrae asteroides,
cometas, o aerolitos que pueden fácilmente destruirlos. Y ello fue lo que
sucedió.
Un impresionante impacto en la Tierra puso en jaque la vida que hasta
entonces se había desarrollado, como los dinosaurios, especie
gigante de criaturas que, de haber sobrevivido y en este punto muchos
científicos concuerdan millones de años más tarde podrían haber evolucionado a
un tipo de vida inteligente, quizá humanoide, pero con aspecto de «reptil«,
muy similar a una de las civilizaciones que habitan en Orión. Este detalle,
obviamente, no es casual, por cuanto los patrones de vida que se «sembraron» en
el planeta, como vimos anteriormente, provenían de la mismísima Nebulosa de
Orión.
El accidente cósmico afectó considerablemente la Tierra. Ello habría
ocurrido hace unos 65 millones de años; y la huella del espantoso
impacto, aun puede apreciarse bajo las aguas, frente a la Península del
Yucatán.
Según la ciencia, a lo largo de la historia terrestre se han registrado
unas 14 destrucciones masivas, y en donde operaron diversos factores que las
precipitaron causas biológicas, cambios en la dinámica del planeta, impactos de
asteroides pero ninguna fue tan terrible como la que acabamos de mencionar.
Para que tengamos una idea de lo que fue este impacto: El asteroide, de
9.5 kilómetros de diámetro basándonos en los estudios científicos más rigurosos
se estrelló a 100.000 kilómetros por hora, liberando una energía equivalente a
100 millones de bombas de hidrógeno. Todo quedó totalmente destruido en
180 kilómetros a la redonda. El impacto pulverizó billones de toneladas de roca
que quedaron en suspensión en la atmósfera, impidiendo el paso de la luz solar.
Una vez se depositó todo el polvo, el CO2 acumulado en la atmósfera uno de los
responsables del efecto invernadero produjo un incremento de temperatura. Los
glaciares se derritieron, el nivel de los mares subió y se modificaron los
ecosistemas, extinguiéndose una gran cantidad de especies. Se estima que las
especies marinas extinguidas alcanzaron un total del 76 por ciento.
Los visitantes de Alfa Centauro, ante este panorama, huyeron, utilizando
una especie de puerta interdimensional que hasta hoy en día registra cierta
actividad, en el extremo norte del planeta. Sólo unos pocos se quedaron en
nuestro mundo, logrando sobrevivir en sus refugios subterráneos.
A esta civilización no olvidemos de origen extraterrestre es a la que se
refieren las leyendas germánicas como «Hiperborea» o «Asgard». Y por si fuera
poco, el episodio del impacto que hemos detallado y la huida del mayor grupo de
los Vigilantes es recordado, también, por la tradición de los países nórdicos
bajo el nombre de «Ragnarok«, que curiosamente significa: «El Ocaso
de los Dioses«.
Este impacto cósmico que no pudo ser evitado hizo que la Tierra fuera el
primer planeta de los ocho seleccionados que fuera desestimado y declarado
fuera del plan.
Tiempo después, cuatro de los siete restantes se destruyeron totalmente. No
quedó nada de ellos. Por lo tanto restaban solamente tres planetas. Así,
los encargados de vigilar el Plan se acordaron de nuestro globo y decidieron
regresar dándose cuenta que en la Era Terciaria, la vida se había comenzado a
recuperar casi «por sí misma», basada en la gran fuerza vital que poseía la
Tierra.
LA CREACIÓN DEL TIEMPO ALTERNO
CAPITULO 8
Hay un punto de vital importancia que no debemos pasar por alto.
Quienes observaban y dirigían el proyecto de vida en la Tierra,
decidieron enviar a un grupo de seres extraterrestres, verdaderos
experimentadores interplanetarios, que «viajarían» a través de pliegues
cósmicos o puertas estelares al «pasado», en un espacio contenido dentro del
Gran Espacio, siguiendo una especie de ruta cósmica que se basa en la figura
del espiral, «La Rueda del Tiempo» o el ciclo natural de evolución en el
Universo. De esta forma, crearon una suerte de «desfase temporal» en nuestro
planeta, dándole así una vida paralela en un tiempo alternativo, que nos
acompañará a lo largo de miles y miles de años hasta que volvamos a
reconectarnos con el Real Tiempo del Universo.
Operadores del Tiempo
El tiempo es una forma mental que procura definir la duración de las
cosas, una ilusión basada en el movimiento del Universo en el espacio. La idea
de tiempo va en relación con la conciencia del ser, si su
percepción se limita a una tercera dimensión, el tiempo lo concibe como algo
lineal, como una continuidad; pero cuando descubre su naturaleza
multidimensional e ingresa en una cuarta dimensión, se da cuenta que el tiempo
se mueve en una espiral y que no existe más allá de su conciencia; y que
simultáneamente hay varios espacios dentro de un espacio mayor que podríamos
llamar el Real Tiempo del Universo.
Como el Proyecto-Tierra requería de ciertas condiciones para el Plan
Cósmico entre ellas, la aparición del ser humano los «Operadores del Tiempo»
establecieron esta «paradoja» para poder crear aquellas civilizaciones con
condiciones específicas que permitan una evolución acelerada, como es el caso
de la raza humana.
Esta paradoja espacio-tiempo habría dado como consecuencia una «aceleración»
del tiempo en algunos sectores del universo donde sería posible que estas razas
evolucionen a una velocidad mayor que la «normal». Esto nos recuerda aquel
pasaje de La Biblia que dice «y si aquellos días no fuesen acortados, nadie
sería salvo; más por causa de los escogidos, aquellos días serán acortados…»
(San Mateo 24:22).
La Máquina del Tiempo
La instauración del tiempo alternativo habría tenido dos fases. La
primera se realizó cuando la Tierra fue ubicada como planeta UR. A través del
mecanismo del viaje en espiral que mencionamos, aquellos Operadores del Tiempo
crearon el desfase, con la intención de modificar el futuro nefasto de planetas
inestables como la Tierra. De lo contrario, tarde o temprano nos hubiésemos
destruido.
No obstante, no fue suficiente. La extinción masiva en la Era Secundaria
demostró que faltaba algún mecanismo que ajustara la Tierra en su propia
dinámica de tiempo y supervivencia. Así, la segunda fase y definitiva fue
llevada a cabo por seres provenientes de las estrellas Pléyades,
Ingenieros Genéticos y Arquitectos de Planetas, quienes instalaron una especie
de «máquina» en lo que más tarde sería una imponente civilización humana, y
desconocida por muchos: Kayona. Esta se ubicaba en la actual
Sudamérica, en una región tropical, más los cambios del planeta desviación del
eje y desplazamientos de la corteza la sepultaron bajos los hielos de la hoy
llamada Antártida.
La máquina en mención, es como el «estabilizador de voltaje» por
describirla de alguna manera del planeta y su tiempo «artificial». En ella está
todo el conocimiento de cómo estos seres dominan el concepto de Tiempo. Aquella
tecnología, ante nuestros ojos mágica, habría sido instalada en nuestro mundo
hace 100 millones de años, en un nuevo viaje al pasado, por cuanto tenía que
hallarse en funcionamiento antes del gran impacto…
TERCERA HUMANIDAD
LEMURIA Y LA APARICION DEL HOMBRE
CAPITULO 9
Nos encontramos en la Era Terciaria, inmediata a la Era Secundaria es
decir, hace unos 65 millones de años.
El equipo de extraterrestres de las Pléyades, luego de «reparar» la
depredación del planeta a consecuencia del gran impacto, se establecieron con
su gran nave laboratorio un portento tecnológico de 50 Km. de diámetro que
funcionaba, además, como un invernadero en un continente ahora desaparecido,
aquel que el zoólogo inglés Philip R. Slater denominara Lemuria (un
puente terrestre entre África y Magadascar).
La misión científica extraterrestre estaba integrada por un equipo de
siete Ingenieros Genéticos o Elohim. Su principal misión era
preparar la aparición del primer ser humano.
El Andrógino y la aparición del Hombre
El primer paso fue intervenir a un grupo de proto-homínidos remotos
antepasados del hombre que llevaron al interior de la gran nave. Así, fruto del
experimento, los Elohims consiguieron una variedad de andróginos;
es decir, seres que poseían ambos sexos. Sin embargo, y a pesar que el proyecto
inicial fue todo un éxito, los andróginos no se adaptaron a la densidad del
plano, por lo que se podía prever que no sobrevivirían al ser tan frágiles y
sensibles frente a la agresiva dinámica de cambio que imperaba en aquel
entonces en nuestro planeta.
Ello originó que los científicos espaciales realizaran una variación en
el proyecto genético, interviniendo nuevamente a los andróginos para
transformarlos, a través de alta cirugía, en seres de un sólo un sexo. Es decir,
que fueron convertidos en machos y hembras. El resultado fue un grupo de Adanes
y Evas de raza negra la original del planeta que pronto se
diseminarían por todo el globo. Hay que aclarar, que los extraterrestres
afirman que fue de una Eva que surgió un Adán y no viceversa.
Según los científicos de la actualidad, el hombre habría aparecido hace
aproximadamente unos tres millones de años, y no hace unos 60 millones como
sugieren las informaciones que hemos recibido en la experiencia de contacto. No
obstante, la ciencia no ha podido explicar una serie de contradicciones de
«tiempo» que señalan una antigüedad muchísimo mayor para la aparición del
hombre.
Por ejemplo, en el parque nacional Dinosaur Valley (Texas
– USA), en el lecho del Río Paluxy y en la meseta rocosa de la orilla se han
encontrado innumerables huellas humanas petrificadas. Lo más sorprendente, era
que las huellas se ubicaban en capas geológicas muy superiores. En principio,
el agua del río debería haber erosionado rápidamente las huellas dejadas por
los animales prehistóricos hasta hacerlas desaparecer, pero en realidad se
observa, perfectamente, unas huellas que tenían como mínimo 60 millones de
años. ¿Quiénes eran aquellos seres humanos?
Por otro lado, en 1977, el genetista Suante Päävo, de la Universidad de
Munich, tomó un fragmento de brazo de los huesos fosilizados que se guardan
como un secreto de estado y estudió por primera vez el ADN del
hombre de Neandertal. La comparación del patrimonio genético reveló
claras diferencias entre el hombre primitivo y el hombre moderno (Homo
sapiens). Para ir al grano, en las mitocondrias se localizaron 27 diferencias,
mientras que en todas las razas que existen en la actualidad se observan como
máximo ocho diferencias (!). La explicación a aquel «eslabón perdido» es
la intervención extraterrestre.
Definitivamente hay muchas contradicciones en la evolución. Si los
dinosaurios se extinguieron hace 65 millones de años como se ha demostrado, y
nuestra humanidad existe, supuestamente, sólo desde hace tres millones de años
y como mucho es imposible que haya representaciones gráficas
de animales prehistóricos. Si la idea que se tiene hoy en día de la evolución
es correcta, ningún hombre podría haber visto nunca un dinosaurio y, por tanto,
tampoco podría haberlo dibujado en una caverna.
Volviendo a la historia, una vez creada la base de la primera humanidad
terrestre, estos siete Ingenieros Genéticos se reúnen con los grupos de Adanes
y Evas en la nave laboratorio, y les dicen que de todo pueden alimentarse no
olvidemos que el gigantesco vehículo extraterrestre funcionaba como invernadero
menos de ciertas plantas que están reservadas en una zona especial, que
tienen propiedades alucinógenas y que al consumirlas verán
acelerar sus facultades psíquicas de una forma descontrolada, neutralizando
toda posibilidad futura de desarrollar dichas facultades, afectando las
neuronas del cerebro e iniciando así, un proceso irreversible de muerte que ni
ellos podrían detener, lo que llevaría a abortar el proyecto humanidad.
Gadreel, un Elohim contaminado
Los Adanes y las Evas aceptaron muy disciplinadamente la recomendación
de no acercarse a estas plantas dañinas, pero uno de los siete Ingenieros
Genéticos, un médico extraterrestre llamado Gadreel, identificado con el símbolo
de la serpiente, símbolo del caduceo de mercurio, de la medicina, se reunió
aparte con nuestros antepasados y les dijo que sus colegas junto con él,
necesitaban observar el comportamiento de ellos bajo el efecto de estas plantas
alucinógenas. Los avaló a escondidas auspiciando la primera experiencia de
consumo de drogas por parte de la humanidad.
Los Adanes y Evas la pasaron muy mal, se les bajó la presión, sintieron
frío, y cuando los demás ingenieros se dieron cuenta del problema, pensaron que
definitivamente «los humanos» eran seres impredecibles, que
la curiosidad de ellos era muy peligrosa y que inclusive podía poner en peligro
la seguridad de ellos mismos. Así, deciden abortar por segunda vez el proyecto
Tierra y se marcharon en su gigantesca nave.
Gadreel nombre arameo que significa «Dios es quien me ayuda» era un ser
extraterrestre que se había unido en secreto a Luzbel, y siéndole fiel a sus
intereses, buscó la forma de boicotear el programa induciendo a los primeros
seres humanos a usar estas plantas prohibidas. Esta escena protagonizada por el
Elohim, va de la mano con los conceptos que esgrime la «angelología», donde se
le describe como «la Serpiente del Jardín del Edén».
Esta primera raza, originaria del planeta, la base de todo, es lo que se
conoce como
la Humanidad Lemuriana.
El planeta fue abandonado a su suerte. Fue el primero de los ocho
planetas seleccionados que fue descartado.
El Sembrador Gadreel fue castigado siendo deportado refugiándose en el
mundo intraterrestre, sembran dicho mundo con seres de su creación
los cuales seguirían induciendo al ser humano el consumo de toda clase de
plantas alucinógenas, como vía de protección a toda clase de acechanzas , y
para facilitar su contacto con estos seres y lograr de ellos sus favores,
los cuales serían siempre cobrados a muy alto precio: la dependencia, el
bloqueo natural de facultades y la autodestrucción posterior. Surgió así una
variedad peligrosa de mal llamados elementales o espíritus de la naturaleza,
distintos a los naturalmente existentes producto de la evolución espontánea
de la energía y de la consciencia planetaria.
Al poco tiempo del abandono y del olvido a la que fue sumida la Tierra,
llegaron naves al planeta ,declarándolo tierra de nadie, lo cual les
permitía extraer una variedad de metales, entre ellos oro. Pero el oro de la
tierra no era de la calidad y refinamiento que se necesitaba para crear 12
discos a manera de espejos metálicos que, conectados entre sí, y con un
treceavo, que era mayor , y que los ensambla a todos, debían
ser ubicados en puntos estratégicos, pudieran plasmar un rumbo de
conexión con la puerta cósmica de regreso al Real Tiempo del Universo. Por ello
se requirió de las combinación de varios metales, siete precisamente. Pero no era
suficiente la mera aleación de los metales, se requería que en su fabricación
interviniera la combinación de voces, mentes y corazones del planeta y de éste
tiempo alternativo.
Los interventores del Plan Cósmico que se centró sobre ocho planetas de
categoría UR, de cuatro galaxias escogidas de un grupo local, al ingresar a
través de pliegues cósmicos en un Tiempo Alternativo, que se iba
creando en la medida que iban entrando en él, iban dejando atrás una
puerta que rápidamente abrió otras convirtiéndose en varias,
llegando a ser siete en el cosmos , y no menos de doce en la tierra,
confundiéndolos y arriesgándolos a perderse en el caso de escoger el
portal equivocado. Porque solo una es la correcta para volver a su tiempo y
momento.
Los Veinticuatro Ancianos de la Galaxia y los Nueve de Andrómeda, sabían
lo que esto significaba, y a propósito lo previeron para que quienes vinieran
no pudieran echarse atrás, no pudieran volver de inmediato sin completar su
tarea y tuvieran el debido interés de que el proyecto tuviera éxito. Por ello
los Sembradores, los Guardianes y Vigilantes, y los Instructores pagaron el
precio del ingreso, con un trauma de olvido parcial, que llamaríamos
desorientación.
Los Mayores y Mentores no tienen corporeidad física, y se proyectan al
Tiempo Alternativo, pero no están en él.
Las siete puertas son como los siete sellos, para ubicar a la puerta
correcta había que usar a la humanidad o dejarse guiar por ella de
regreso a casa, acompañando su despertar. Pero esto vendrían a entenderlo mucho
tiempo después los interventores.
Originalmente no se uso a los seres humanos de la tierra para el trabajo
de las minas ,pero posteriormente algunos grupos humanos como los
conocidos como Neandertales y luego otros fueron
empleados, o mas bien diríamos esclavizados .
Paralelamente a todo esto la humanidad en contacto con lo intraterrestre
y con los elementales avanzó pero de una manera desordenada , conectando
fácilmente con distintas esferas y planos. Desde hace unos 80,000 años la raza
negra originaria del planeta, llamada Lemuriana empezó a refinarse y
destacar siendo capaz rápidamente de construir una escalera al cielo,
físicamente a través de una civilización con cultura propia, mentalmente con un
entendimiento de las cosas y espiritualmente con la percepción
de la existencia de los universos paralelos, planos y dimensiones . En aquel
entonces los humanos se conocían a si mismos, y se entendían entre
ellos mentalmente, como en un solo idioma y también se comunicaban
usando el lenguaje de las aves, sonidos a manera de silbidos, imitando el canto
de las aves. Todo esto aunado al final de un ciclo cósmico que creaba las
condiciones ideales para hacer la sincronización de los tiempos, puso en alerta
a quienes dirigían el Plan Cósmico.
El siguiente paso que se tomo fue el de retomar la Tierra como parte activa del
proyecto porque de los otros siete planetas ,tres se destruyeron
totalmente y cuatro se estancaron por el exceso de cuidados
y dependencias. El único planeta en el cual los experimentadores
habían perdido el control sobre el experimento, y las posibilidades estaban
dadas para lograr un buen resultado, era la tierra.
Hace veinticinco mil años dos grandes civilizaciones fueron enviadas en
calidad de Guardianes y Vigilantes. Unos procedían de Orión y otros de las
Pléyades. El jefe de los oriones se llamaba Satanel, y su aspecto era
reptiloide. Pero no todos los oriones son así, porque es una constelación que
abarca varios planetas y civilizaciones, muchos de ellos de aspecto muy humano.
Hubo un momento en que Satanel consideró que como la humanidad era
impredecible, resultaba peligrosa y que podía poner el peligro el orden
establecido, por lo que se debía usar a la humanidad . Satanel pertenece al
linaje de los llamados “Serpiente”, un linaje de las estrellas que
se consideran a si mismos con derecho a gobernar el proceso de éste planeta, al
cual también están atados. Las actitudes de éste Orión y de un grupo
de sus seguidores llevó a la Confederación de Mundos a una tensión tal que se
desató una verdadera guerra, cuyos ecos aún resuenan en ésta parte del
universo. Los disidentes fueron sometidos , y remitidos a la Tierra como
deportados. Todo esto no hacía otra cosa que asegurar más la posibilidad de
reconexión entre los tiempos. Por ello se permitió. Además, originalmente se
había previsto que hubiese toda una situación de fuerte presión sobre las
civilizaciones escogidas para el experimento cósmico.
Aunque no todos los oriones participaron de la disidencia, los que se
mantuvieron fieles al Plan Cósmico y a la Hermandad Blanca del Universo, se les
reemplazó por seres de Sirio, de Can Mayor quienes junto con los Pleyadianos
quedaron como Guardianes y Vigilantes.
Los oriones desde la Tierra consiguieron afectar la sensualidad de los
pleyadianos quienes cometieron la grave transgresión de tener contacto sexual
con los seres humanos. Los mestizos producto de esta relación son los que
conocemos como los “Atlantes”. La intención de los disidentes era poder
reencarnar a través de los atlantes, sólo que el problema que se presentaba era
que de encarnar en la Tierra siempre uno olvida. Y eso era un inconveniente
insalvable.
El mal uso que hicieron los atlantes del conocimiento recibido de sus
padres extraterrestres, los llevó a su autodestrucción, muy conveniente para
aquellos atrapados en nuestro planeta. Pero la destrucción no fue total como
ellos hubieran querido, pero sí afectó el último período de la Lemuria, llamado
“MU” haciendo que los murianos fuesen evacuados de la Antártida donde su
historia y sus adelantos quedaron enterrados bajo el avance del hielo, siendo
remitidos hacia Mesoamérica, dando posterior surgimiento a la civilización
Olmeca.
Una de las particularidades de la humanidad es que somos capaces de
anticipar el futuro, esto es que tenemos potencialmente la capacidad de la
premonición y de la precognición. Mientras que los extraterrestres que vienen a
la Tierra sólo conocen el pasado , el cual ocultan.
Con el Cristo se ubicó la puerta correcta de reconexión con el Tiempo Real
, sólo que su ingreso requiere un estado vibratorio superior basado en el amor
incondicional a través del perdón.
Seres como el mago Merlín, que eran híbridos entre extraterrestres y
humanos conocían ambas direcciones del tiempo.
LA REBELIÓN DE SATANAEL
CAPITULO 10
La influencia del ser ultraterrestre Luzbel, había puesto en
peligro el Proyecto-Tierra al involucrar a Gadreel en una
acción de alto riesgo. Y aquí no acabarían los esfuerzos de esta entidad del
Universo Mental que procuraba sabotear el desarrollo del Plan Cósmico.
El próximo blanco sería Satanael, Vigilante extraterrestre
de la estrella Rigel, en la Constelación de Orión.
Satanael era un elevado Maestro de Orión. El había contribuido a
establecer la paz en aquella región del Universo luego de la llamada «Guerra
Antigua», que involucró a 33 civilizaciones extraterrestres. Esta guerra
espacial, donde los seres de Orión y de la estrella Antares (Constelación
del Escorpión) fueron los opuestos líderes del enfrentamiento, se suscitó debido
a una acción «ilegal» de los seres de Antares al tomar muestras de la Gran
Nebulosa de Orión para el estudio de las fuentes de vida. Los oriones, enojados
por haberse realizado esto sin la aprobación previa de ellos, decidieron echar,
violentamente, a los visitantes.
Esta guerra, que desencadenó inclusive la destrucción de mundos enteros,
pudo ser peor si Satanael no hubiese logrado convencer a ambos Consejos
Regentes de Orión y Antares especialmente este último en detener los
enfrentamientos e instaurar la paz. Es necesario conocer todo esto para saber
quién era Satanael antes que fuera influenciado por una oscura maniobra del
Ultraterrestre Luzbel.
Luzbel supo convencer a Satanael el antiguo General de los Vigilantes de
Orión en aquella Guerra Antigua que la humanidad de la Tierra era una «civilización
prohibida«, dotada de un libre albedrío que los oriones no poseían; además,
y por si fuera poco, que los seres humanos éramos sus «descendientes«,
al provenir de los primeros patrones de vida que fueron sembrados con moléculas
orgánicas de la Gran Nebulosa de Orión.
El levantamiento de Rigel
Las ideas y «filosofía» de Luzbel, llenaron de envidia y celos a
Satanael hacia a la humanidad de la Tierra, al punto de nublarlo y hacerle
simpatizar con el «boicot» del Ultraterrestre. Los oscuros argumentos
del Helell, polarizarían al Vigilante extraterrestre, quien se convertiría en
su leal seguidor, y uno de los principales protagonistas de la saga del Plan
Cósmico.
Satanael finalmente encabezaría una insurrección en Orión.
Una postura que se transformaría en una suerte de «Guerra Civil» que pudo ser
cósmica, por cuanto diversas civilizaciones extraterrestres se vieron
confundidas y tentadas en participar de la rebelión cuando vieron que ésta era
dirigida por uno de los más emblemáticos Vigilantes de de este sector estelar.
Obviamente, Luzbel sabía hacia quién apuntar. Si lograba integrar a
Satanael en su causa, era predecible que otros seres y civilizaciones
extraterrestres, se vieran arrastrados.
El Plan Cósmico señalaba a dos civilizaciones extraterrestres para
vigilar nuestro planeta una vez retomado el proyecto luego de la oportuna
intervención de los Ingenieros Genéticos. Estas dos civilizaciones eran
los oriones y los pleyadianos. Empero, como se había producido la
rebelión de un sector de los oriones bajo la figura de Satanael quien iba a
ser, precisamente, el jefe del proyecto Orión para vigilar la Tierra, la
Confederación Galáctica dispuso reemplazarlos por seres de la estrella Sirio,
ubicada a 8,6 años luz, en la Constelación del Can Mayor.
TRASGRESION DE LOS VIGILANTES
CAPITULO 11
Una vez que los Pleyadianos y los Sirios se encargaron de la vigilancia
del planeta, la influencia de Luzbel se dejó sentir nuevamente, esta vez sobre
un grupo de doscientos pleyadinos del comando de Semiasas, para que
transgredieran el orden, dejándose llevar por la sensualidad propia de un
planeta paradisíaco y de vibraciones extrañas a ellos. Así, ellos cometieron
una gravísima infracción al tener relaciones sexuales con los
seres humanos de la Tierra, algo que estaba estrictamente prohibido por las
graves consecuencias que pondrían en peligro, una vez más, la consecución del
proyecto. Esto ocurrió en el Monte Hermón.
El Libro de Enoch
Lo más inquietante de esta historia, es que se halla registrada en un
libro antiquísimo, llamado «El Libro de Enoch«.
El texto en mención escrito supuestamente por Enoch, un personaje del
Antiguo Testamento misteriosamente se «perdió» después del Concilio de
Laodicea, en el Siglo III; sin embargo, volvió a aparecer hace unos 200 años.
De las tres copias recuperadas por el famoso explorador James Bruce,
cuando en 1773 retornó de su trabajo de seis años en Abisinia, existen dos
traducciones al Inglés hechas R. Lawrence (1821) y por R.
H. Charles (1912). En los siguientes años, salieron a la luz varias
porciones del texto original en Griego, y más tarde, con el descubrimiento de
los Rollos del Mar Muerto en Qumran, aparecieron siete copias
fragmentarias en texto Arameo, que están hoy en el Museo del Libro en
Jerusalén, confirmando lo dicho en las copias traducidas.
La escena del descenso de los 200 Vigilantes es descrita por Enoch. Y
este acontecimiento, en contra de la idea que sucedió hace unos pocos miles de
años, en realidad ocurrió en tiempos más lejanos. Para tener una idea de esto,
recordemos que el Génesis cita a Enoch como un patriarca longevo de una séptima
generación después de Adán (Génesis 5:18); más tarde vendrían nombres muy
conocidos como Matusalén, o Lamec, el padre del célebre Noe, quien, como
sabemos, era un superviviente de la Atlántida.
Si Enoch pudo describir lo que pasó en el Monte Hermón, es
porque se trataba de un acontecimiento antiguo.
El Pacto del Monte Hermón
El Libro de Enoch describe a «200 ángeles» que aterrizan en el Monte
Hermón entre la actual Siria, Líbano y la antigua Israel y se unen a las hijas
de los hombres. Eran encabezados por un ser denominado Semiasas.
«Hagamos parejas con ellas y tengamos hijos…» (Enoch, Libro de
los Vigilantes 6:2)
Ante esta propuesta, el Comandante Semiasas respondió que aquello era
una locura, que eran ángeles así los menciona el texto, aunque sabemos que eran
en realidad cosmonautas pleyadianos y que no debían aparearse con los humanos.
Les dijo: «si ustedes lo hacen, Dios me culpará a mí porque soy el
Comandante y el responsable por los pecados de todos ustedes«.
Entonces juramentaron en involucrarse todos. A esto se le llamó «El
Pacto del Monte Hermón«.
Y se juntaron con las mujeres, y tuvieron hijos gigantes.
Mientras tanto según prosigue el Libro de Enoch, los Arcángeles Miguel,
Uriel, Rafael y Gabriel, miraron hacia abajo desde el cielo y viendo los
estragos se dijeron «Debemos informar a Dios de lo que está sucediendo»
(Enoch 9:1-11)
CUARTA HUMANIDAD
LA ANTARTIDA DE PLATON
CAPITULO 12
Ante todo esto, la Confederación intervino inmediatamente tratando de
corregir el error de los Vigilantes, por lo que se esperó a que se produjeran
los nacimientos de los mestizos, los cuales fueron concentrados en una grupo de
diez islas en el Océano Atlántico la mayor de ellas llamada la isla de Undal y
en donde sus padres extraterrestres se verán comprometidos a educarlos, dando
lugar a la legendaria civilización de los Atlantes.
Evidencias de un Mundo Sumergido
Más allá de las columnas de Hércules afirmaba Platón en
sus «Diálogos» existieron vastas tierras, tan grandes como Asia Menor y Libia
juntas, hasta que, en un sólo día, este mundo que albergaba a una sociedad
avanzada, sucumbió bajo las aguas del océano Atlántico; de allí el nombre con
el cual se recuerda a aquella civilización desaparecida: Atlántida (Aunque esta
denominación, en verdad, se pierde en el origen de los tiempos, así como su
historia).
Aunque parezca insólito aceptar la desaparición de una civilización bajo
el océano, algunos científicos se han venido topando con algunos indicios que
sugieren la realidad de todo esto.
Por ejemplo, es interesante saber que el estudio realizado por los
científicos del Observatorio Lamont (una división de la
Universidad de Columbia en Palisades, New York) determinó cambios geológicos de
carácter anormal hace 11,500 años en el Atlántico; estas
conclusiones encajan notablemente con la fecha de la destrucción de la
Atlántida.
Otro dato curioso es la existencia de una cadena montañosa que se
extiende por la zona central del Atlántico; estas formaciones son conocidas por
los geólogos con el nombre de dorsales. La dorsal Mesoatlántica es
de por sí una de las pruebas más favorables para apoyar la existencia de
tierras sumergidas. En muchos casos las crestas de la dorsal se elevan por
encima del mar formando islas; allí encontramos arrecifes de coral y sedimentos
propios de las aguas poco profundas, lo cual nos sugiere que, en algún tiempo
remoto, estas tierras estuvieron próximas a la superficie.
Para añadir más argumentos a favor del mundo sumergido, podríamos citar
que, ya en 1898, se encontró en el océano Atlántico a 700 Km. de las Azores porciones
de Taquillita; es decir, lava basáltica que se enfrió rápidamente. Este
fenómeno sólo es posible si la lava se encontró expuesta al aire, lo que no
ocurre generalmente con las lavas enfriadas en las profundidades del mar. Al
menos ello es lo que sostiene el geólogo P. Termier, del Instituto
Oceanográfico de Mónaco. Termier concluye que la lava debió sumergirse en una
fecha no mayor a 15.000 años. Sin embargo, también debemos decir que no siempre
estos estudios son aceptados. Aún existen muchos detractores de la existencia
de la Atlántida.
En los textos antiguos encontramos también evidencias no menos
importantes, como por ejemplo, la clara alusión a «islas perdidas«.
Recordemos la Esqueria de Homero y la enigmática Tarsis del profeta bíblico
Ezequiel. Por su parte, los Mayas y los Aztecas sostenían provenir de una
«isla» situada al este de México y que denominaban Aztlán.
Es posible que se refieran con
ello a la Atlántida de Platón. La morada de los mestizos y los Vigilantes.
LA DEPORTACIÓN DE LOS ORIONES
CAPITULO 13
La rebelión de los oriones, ocurrida hace unos 25.000 años de los
nuestros, había sido controlada por la Confederación Galáctica. Aquellos seres
que se plegaron a la violenta postura de Satanael serían deportados a
la Tierra para apoyar el proyecto, como si se tratasen de trabajos
forzados, y así contribuir en el proceso de aprendizaje de la raza humana.
Fueron enviados a nuestro planeta en grupos. No vinieron todos los
rebeldes en un sólo viaje. El primero de estos grupos habría llegado a la
Tierra poco antes de la trasgresión de los 200 Vigilantes en el Monte
Hermón, y, el último grupo de deportados con Satanael a la cabeza llegó a
nuestro planeta en los primeros tiempos de la Atlántida.
Cuerpos clonados
Un fenómeno que ya se había registrado en el primer grupo había alertado
a la Confederación. Se trataba de un envejecimiento prematuro,
fruto de poseer cuerpos clonados y bajo una influencia
energética extraña para ellos nuestro planeta. Esto no es descabellado, por
cuanto los problemas que enfrenta la clonación humana según los recientes
experimentos son, precisamente, el envejecimiento acelerado.
Debido al avance evolutivo que lograron los oriones y otras
civilizaciones extraterrestres al morir y encarnar nuevamente, no pierden el
recuerdo de la experiencia adquirida en la vida anterior. Poseen una «conciencia
lineal«. Por ello, en un procedimiento que no podemos comprender aun en la
Tierra, decidieron construir sus propios cuerpos o réplicas adultas, para ser
ocupadas si su vehículo material era destruido o se detectaba ya inservible.
Era como cambiar de ropa.
Para comprender esto imaginemos a un ser con una conciencia de 3000 años
de existencia encarnar nuevamente como bebé, y tener que vivir ese proceso, una
y otra vez, hasta poseer un cuerpo adulto. En la Tierra, desde luego, esto no
es así, por cuanto nos encontramos en un peldaño distinto de
aprendizaje, olvidando quiénes fuimos en una existencia anterior y
creciendo en distintas familias, geografías y realidades para finalmente
abrazar la iluminación que nos lleva de regreso a Dios. Según los Guías, no
poseemos aun la preparación necesaria para recordar todo cuanto hicimos.
Si en una sola existencia, los seres humanos nos vemos afectados por las
personas que nos hicieron daño, que dañamos, que amamos, que perdimos, y
diversas experiencias de impacto que nos sacuden, ¿qué pasaría si recordáramos
el mismo proceso pero en 20 o 50 existencias? No lo soportaríamos.
Lo que nos permitiría prepararnos para asumir ello, es la conciencia de
que somos en realidad seres cósmicos.
Los Cristales-Prisión
Al envejecer rápidamente y morir en la Tierra, al provenir de Orión, las
esencias de los deportados tendrían que volver a su lugar de origen. Si ello
hubiese sido así, posiblemente hubiesen encarnado en los cuerpos clonados, ya
adultos, que se encontraban en aquellos mundos de la gran constelación.
Los Vigilantes de las Pléyades, para evitar ello, depositaron en la
Tierra unos cristales romboidales, de un color verde brillante
color asociado también a nuestro planeta, y que podemos observar en la
vegetación cuya parte inferior enterraban, quedando la parte superior expuesta
a manera de una pirámide de base cuadrada.
No obstante, hemos sabido, en experiencias recientes, que no todos
aquellos oriones cuyas esencias fueron atrapadas en otro plano dimensional por
aquellos cristales, murieron por el envejecimiento prematuro.
Satanael, al ver que estaban envejeciendo rápidamente en la Tierra,
logró esquivar la observación de los Vigilantes pleyadianos para instalar laboratorios
subterráneos con la intención de hallar alguna cura o antídoto. Sin
embargo, los Vigilantes detectaron esta iniciativa y, por orden de la
Confederación Galáctica, al ver la violenta y persistente posición de los
oriones deportados, amparada en esta iniciativa científica que involucraba,
además, la posible creación de cuerpos nuevos para aquellos que ya habían sido
atrapados por los cristales, decidieron destruirlos en una intervención bélica.
Los laboratorios de los deportados que fueron alcanzados por el ataque
de los Vigilantes pleyadianos estaban instalados en lugares que hoy por hoy son
conocidos en nuestra experiencia de contacto, como Paititi y Monte
Shasta, entre otros. Ello explica porqué, precisamente, en estos enclaves
se hallan aquellos Cristales-Prisión, y el porqué de la presencia de la
Hermandad Blanca, cuya fundación en la Tierra, abordaremos en el siguiente
capítulo.
Los oriones «atrapados» dimensionalmente le habían declarado una guerra
psíquica a la humanidad, afectando considerablemente a los atlantes,
quienes ya tenían bastante con el conocimiento heredado de sus padres los
Vigilantes.
Maldek y la destrucción de Poseidonis
Los atlantes se volvieron una raza colonizadora, guerrera, expandiéndose
por el planeta e imponiendo su tecnología y avance. Incluso se vieron en un
enfrentamiento con una civilización autónoma de lo que había sido la antigua
Lemuria y, por si esto fuera poco, una guerra interna por cuanto la Atlántida se
fraccionó en dos corrientes: la que mantenía el espíritu de la luz, y aquella
influenciada por las tinieblas que terminó destruyendo el archipiélago atlante
las diez islas dejando sólo a tres como supervivientes, entre ellas, el centro
principal, que alude a la Poseidonis de Platón.
Frente a esta situación que los Vigilantes no pudieron controlar, se
pensó que si los atlantes se extendían fuera del planeta, podría resultar
conveniente para reorganizar con ello el proyecto planetario, ya que con el
tiempo se podría hacer que estos mestizos quedaran al margen del proceso
terrestre, a pesar de que eran semi-terrestres. Esto es, que llegado el caso,
la civilización atlante completa sería trasladada a Maldek planeta
ubicado antiguamente entre Marte y Júpiter. Para este fin se envió a otros
atlantes a Marte para establecer un puente práctico entre la
Tierra y Maldek, con tan malos resultados que no mucho tiempo después de haber
arribado, se produjo un abuso por parte de ellos con la civilización marciana,
generando un choque terrible.
Toda la tensión generada en Marte por los atlantes, y luego en Maldek,
por la ley de vibración lo semejante atrae lo semejante atrajo a un
objeto sideral errante hacia el interior del Sistema Solar, pasando
muy cerca de Maldek, y, por un efecto desconocido, quizá fruto del propio
magnetismo del gran intruso celeste, las armas de destrucción masiva de los
atlantes, que se hallaban concentradas principalmente en aquel planeta, estallaron
por sí solas, destruyendo así al planeta en una violenta explosión. Las
consecuencias fueron catastróficas, pues los fragmentos salieron despedidos
hacia Marte impactándolo, haciendo que gran parte de su agua y su atmósfera se
perdiera en el espacio, acabando con la mayor parte de la vida en la superficie
del planeta rojo (Aquí debemos acotar, que en la actualidad hay vida en Marte,
pero sus pobladores viven en el interior del planeta).
Ellos también llegaron a la Tierra, estrellándose muchos contra el
escudo natural del planeta que es la Luna. En ese entonces, la Tierra
atrapó dos grandes trozos que estuvieron orbitando durante un cierto
tiempo alrededor del mundo, por lo que podemos afirmar que hubo una época en
que tuvimos tres lunas; la actual y dos asteroides más pequeños, los cuales
fueron más adelante atraídos al planeta impactando uno de
ellos en el Pacífico y mucho tiempo después, el otro entre el Atlántico y el
Caribe, produciendo profundas fisuras donde la corteza terrestre es bastante
débil, abriéndose así, peligrosos vórtices electromagnéticos, que actualmente
se conocen como el Triángulo de las Bermudas y el
Triángulo del Dragón.
Tenemos que reseñar que estos fragmentos no cayeron inmediatamente en el
planeta. En ese entonces, la tecnología y el poder mental de los atlantes era
muy grande, de tal manera que llegaron a controlar aquellas otras «lunas»,
colocando precisamente en lo que hoy corresponde al mar caribe, una estructura
piramidal llamada por los atlantes «Tagmatrón» con una gran esfera de
cristal en la punta a manera de una inmensa máquina energética que proyectase
un haz de luz al espacio, y sostuviese la presencia de cada uno de esos
cuerpos.
Igualmente, se trabajó en una estructura similar en el Pacífico, en lo
que alguna vez correspondió a la ubicación de Mu continente
desaparecido cuyos restos se pueden asociar con la enigmática Isla de Pascua,
en el mar de Chile. Estas pirámides concentraban una energía extraordinaria, como
jamás hubiésemos imaginado. Pero la crisis interna de la sociedad atlante llegó
a niveles incontrolables, como describimos líneas tras, por la influencia
satánica, que pretendió utilizar el poder desarrollado para liberar a sus
compañeros y atacar a la mismísima Confederación Galáctica; ello
terminó revirtiendo el poder de dichas pirámides, atrayendo aquellos cuerpos
siderales que debían mantenerse a la distancia, haciéndoles impactar y creando,
no sólo grandes abismos oceánicos, sino también hoyos interdimensionales
que comunican con otro tiempo y espacio. Estos agujeros no están abiertos todo
el tiempo, sino cuando aquellas pirámides, hoy sumergidas, concentran gran
cantidad de energía, liberada a su vez, por las tormentas que en la zona se
producen frecuentemente.
La Guerra Psíquica
Todo esto y más hicieron la oscuridad en contra del proyecto. El planeta
registraba por ese entonces, graves problemas debido a los desequilibrios
provocados por los inmensurables impactos.
Los oriones estarán allí atrapados hasta que se cumpla el plan
redención. Es decir, o ellos se arrepienten y cumplen con ayudarnos, o si no,
de ahí no salen. Por eso aquellos seres le han declarado una guerra psíquica a
la humanidad, y como ya vimos, desde la Atlántida, en donde casi lo
consiguieron, han hecho todo lo posible por destruirnos.
Recordemos que esta guerra psíquica no es solamente referida por los
extraterrestres hacia nosotros para que estemos alerta de cómo la asechanza
intenta manipularnos. El apóstol Pablo ya lo mencionaba en una de sus cartas a
los Efesios (Ef. 6, 11-12) cuando dice:
«Vestios de toda la armadura de Dios, para que podáis estar firmes
contra las asechanzas del diablo, porque no tenemos lucha contra sangre y
carne, sino contra principados, contra potestades, contra los gobernantes de
las tinieblas de este siglo, contra huestes espirituales de maldad en las
regiones celestes«.
Como ellos no pueden manipular a todos los seres, manipulan a unas
cuantas personas vinculadas a la política, a la religión, a la economía, a los
mandos militares, y a través de ellos mantienen el caos mundial de
desesperanza, angustia y desequilibrio. Son ellos, los satánicos atrapados y
sus servidores los que conforman y mantienen un Gobierno Interno Negativo en
nuestro planeta, que basa su poder en la ignorancia. Todos los grandes archivos
de la humanidad han sido sistemáticamente destruidos desde la Gran
Biblioteca de Alejandría hasta los registros del Cusco,
desde los códigos mayas y aztecas hasta la barbarie del fascismo
alemán. Todo aquello que pudiera darnos luz, que pueda llevarnos a recordar
que somos parte de un proyecto cósmico ha sido silenciado de una u otra forma,
y que quede claro que no somos «ratas de laboratorio», en realidad, somos bebés
de probeta; nuestro mundo no es una granja donde nos están cebando para luego
incluirnos en su dieta alimenticia, sino, más bien, somos una especie de «casa
cuna» de donde los maestros esperan aprender de los discípulos a través de
nuestras propias vivencias.
LA INSTAURACIÓN DE LA HERMANANDAD BLANCA
CAPITULO 14
Después de la destrucción de la Atlántida, hace doce mil años, una
fuerza interplanetaria de paz llegó a la Tierra para fundar lo que sería
la Gran Hermandad Blanca de nuestro mundo; de esta forma se
conseguiría el equilibrio necesario para que el ser humano pudiera continuar
con su proceso de evolución.
Estos 32 Maestros extraterrestres no treinta y tres por cuanto quien
debió representar a Orión, Satanael, se había polarizado a la oscuridad se
ubicaron en galerías subterráneas en una región secreta del desierto de Gobi,
en Asia, fundaron así la mítica Shambhala, centro matriz del mundo
intraterrestre de Agartha. Desde allí, velarían por la
quinta humanidad. Cada uno de ellos representaba una determinada
civilización del espacio; su honda sabiduría y profundo amor por la vida los
calificaba como los más aptos para llevar a cabo la misión de incorporar en
nuestro mundo la semilla de la Luz.
Hablar de una supercivilización habitando en las profundidades de
nuestro planeta podría generar serios cuestionamientos en el lector escéptico,
posiblemente porque en estos seres recae la misión de ayudar al hombre en su
trayecto hacia el infinito.
Quizá una de las experiencias más célebres en relación a Shambhala sea
la de Nicolás Roerich, explorador y artista ruso que emprendió en
1925 una expedición al Tibet y al Asia Central. Allí fue invitado a conocer el
reino subterráneo. Ese año, Roerich contempló en pleno día un disco brillante
¿un OVNI? surcando el cielo de Karakorum y los lamas que le acompañaban
aseguraron que se trataba de un signo de ¡Shambhala!
Nicolás Roerich, junto al sueco Sven Hedin y su antepasado Ruso Nikolai
Przhevalsky, fueron los primeros occidentales después de Marco Polo en
adentrarse en la cultura de Oriente.
En la historia de diferentes pueblos de la Tierra encontramos claras
insinuaciones a ese mundo interior, un lugar secreto donde se reúnen los
grandes sabios, los Rishis o Mahatmas, que sólo
permiten el ingreso a su mundo a los que han sido llamados. Es pues, en
oriente, donde existen mayores referencias al reino subterráneo.
A estos Maestros de Luz intraterrenos se habría referido Thot el
Atlante en «Las Tablas Esmeralda» cuando menciona:»Treinta y
dos están allí de los hijos de la luz, quienes han venido a vivir entre la
humanidad buscando cómo liberar de la esclavitud de las tinieblas a los que
estaban atrapados por la fuerza del más allá…»
En verdad, como ya adelantamos, la nave estelar que trajo consigo a 32
seres extraterrestres para fundar Shambhala en el Gobi, se hallaba diseñada
para 33 Maestros Cósmicos. Cada Maestro representaría a una
civilización distinta en el Universo, pero, como la civilización 33, que
corresponde a la Constelación de Orión, protagonizó una guerra espacial, no se
permitió que viniese un representante de aquel cúmulo de estrellas Satanael
quedando al ser humano reemplazar a Orión como la civilización número 33,
teniendo en cuenta que, en cierta medida, somos «hijos de Orión».
«Los dioses aparecieron en sus respectivos vehículos voladores para
presenciar la batalla entre Kripakarya y Arjuna. Incluso Indra, el señor del
cielo, llegó montado en un vehículo volador especial con capacidad para treinta
y tres seres divinos«. (Bhagavata Purana, Texto antiguo de la India).
No en vano, el número 33 se encuentra inmerso en la
vida del hombre, desde su ubicación en la galaxia, a 33.000 años luz del Sol
Central, al maná que cayó del cielo para asistir al pueblo hebreo por 33 días
quizá de allí provenga la denominación «manásico» para el Sol Central.
Además, esta clave numérica se encuentra también en las 33 vértebras de la
columna humana que se pueden apreciar claramente en los primeros años de vida,
más tarde, con el crecimiento humano algunas de ellas se unen a otras que
funciona como antena energética. También es sugerente apreciar que en diversas
escuelas esotéricas, como la Rosacruz y la Masonería, la principal jerarquía es
el grado 33. Y para pensar un poco más, el Maestro Jesús murió y resucitó según
algunos estudiosos a los 33 años de edad, y en relación a la mítica huída inca
al Paititi, ésta se habría producido en el año 1533.
Una vez que los Mentores de la Luz se establecieron en el Gobi,
en sus Salones de a Amenti templos intraterrestres que ya habían sido
acondicionados por seres procedentes de Sirio, construyeron un impresionante
disco metálico, hecho con una extraña aleación de minerales extraterrestres y
de nuestro planeta.
La Creación del Gran Disco Solar
Se trataba pues, del Disco Solar, una llave que abre las puertas entre
las dimensiones y que puede «llevar» al planeta entero al Real
Tiempo del Universo. Así mismo, el Disco representaba al Sol Central de la
galaxia, fuente importante de energía que llega a toda nuestra Vía Láctea,
bañándola con la transmutadora fuerza de la Luz Violeta. Está de más afirmar
que las radiaciones solares o energía Cilial de nuestro propio Sol, son también
canalizadas por el poderoso Disco de los Maestros. En los mundos
evolucionados se aprovecha al máximo el poder de las estrellas. El Disco Solar
se constituiría en el santo emblema de la Hermandad Blanca, representado
gráficamente con la figura de tres círculos concéntricos: los tres planos, los
tres universos, la trinidad sagrada y la Ley del triángulo.
No obstante, la Jerarquía venida del espacio sabía que no podría
prolongarse indefinidamente en sus cuerpos físicos. Fue entonces que los 32
Mentores de la Luz vieron en los Estekna-Manés, mestizos mentores,
que habían sobrevivido en bases subterráneas a la destrucción de la Atlántida,
el reemplazo perfecto.
Muchos de ellos, sabios sacerdotes que trabajaban por la luz, habían
emigrado a diferentes regiones del mundo, evitando perecer ellos y sus sagrados
archivos del conocimiento en el holocausto atlante. Llegaron a América Central,
a Sudamérica, a África, India y Europa; desde allí y en su interior, junto con
los Guías o Instructores, comenzaron a sembrar la semilla de
acuerdo a los designios heredados de los 32
Mentores para rescatar el proceso del despertar de la conciencia humana
y así, acercarle a los Hombres el conocimiento, su verdadera historia, la cual
ellos ahora custodian.
Uno de los primeros grupos en ser instruido después de la destrucción de
la Atlántida o «el diluvio universal» fue el Sumerio.
EL ARRIBO DE LOS 144 INSTRUCTORES
CAPITULO 15
Como parte de este plan, ciento cuarenta y cuatro instructores
extraterrestres aterrizaron en Mesopotamia, para reunir gente de los montes
Zagros y del Cáucaso, y comenzar a trabajar con todos ellos que representaban
diferentes tipos de razas. A esta acción programada se le llamaría Proyecto
Sumerio.
El Legado de Sumer
Es así que pronto, nos encontramos con que los hombres viven en
ciudades, y para pensar más, al poco tiempo, ya manejaban avanzadas
matemáticas, astronomía y metalurgia. Sumer fue la «primera civilización» del
mundo que nació «después del diluvio».
Debido al cuidado que se tenía que tener para evitar las dependencias,
se escogió a unos emisarios del pueblo, los Enci o Patesis,
para ser los únicos que tendrían contacto con los Instructores Planetarios,
quienes les transmitirán todo este conocimiento. Echemos una mirada a esta
civilización antigua:
Mesopotamia (en griego, ‘entre ríos‘), es una región que se
convirtió en uno de los primeros centros de civilización urbana, situada entre
los ríos Tigris y Éufrates, en la zona que en la actualidad ocupan los estados
de Irak principalmente Irán y Siria.
La riqueza natural de Mesopotamia siempre ha atraído a pueblos
procedentes de las regiones vecinas más pobres, y su historia es la de
continuas migraciones e invasiones.
La lluvia es escasa en la mayor parte de la región, pero cuando el
fértil suelo se riega a través de canales produce abundantes cultivos.
La necesidad de autodefensa y riego llevó a los antiguos mesopotámicos a
organizar y construir canales y asentamientos fortificados. Desde el 6000 a.C.
los asentamientos aumentaron, convirtiéndose en ciudades en el IV milenio a.C.
aproximadamente. El primer asentamiento de la región fue probablemente Eridú,
aunque el ejemplo más destacado es Uruk la Erech bíblica al
sur, donde los templos de adobe se decoraron con fina metalurgia y piedras
labradas. El desarrollo de una administración también estimuló las ciencias y
las matemáticas. Floreció el arte y la arquitectura, la artesanía y el
pensamiento religioso y ético.
El sumerio se convirtió en el principal idioma de la zona y sus
habitantes inventaron el sistema cuneiforme de escritura, originalmente
pictográfica, que poco a poco se estilizó. Esta escritura se convirtió en el
medio básico de comunicación escrita del Oriente Próximo durante unos 2.000
años. Los sumerios probablemente fueron responsables de esta primera cultura
urbana que se extendió hacia el norte del Éufrates.
Otros asentamientos importantes de Sumer fueron Adab, Isin, Kis, Larsa,
Nippur y Ur.
Los sumerios sabían hace miles de años que la Tierra daba
vueltas alrededor del Sol, y que los planetas se movían mientras que las
estrellas permanecían en el cielo, al menos como una referencia visual. Todo
ello contrasta notablemente con el período de patinazos intelectuales que va de
Tolomeo a Copérnico. Pero además del interés que mostraron por la astronomía,
los sumerios crearon el primer sistema matemático del mundo.
A diferencia nuestra, que utilizamos actualmente un sistema numérico
decimal, el sistema sumerio era sexagesimal; es decir, en vez de un
sistema de base 10, el de ellos era de una base 60. Aunque ante un primer razonamiento
este sistema pareciera poco flexible, debemos decir que el mismo permitía a los
sumerios dividir en fracciones y multiplicar en millones, calcular raíces o
elevar números a varias potencias.
En muchos sentidos, el sistema sumerio es superior al de base 10 que se
usa hoy, debido a que 60 es divisible por diez números enteros mientras que 100
es divisible sólo por siete. Y he aquí la primera pista que lanzamos al lector
atento: este sistema sexagesimal sumerio, es el único «sistema
perfecto» para la Geometría. ¿Por qué? No olvidemos que actualmente, en lo
que concierne a Geometría, se maneja este sistema sexagesimal.
De ahí los 360 grados de un círculo.
Pocas personas saben que el sistema de base 60 de los sumerios no sólo
ha influido en nuestra Geometría, sino en nuestra forma de medir el tiempo: el
origen de los 60 minutos y 60 segundos es una prueba concreta. Y aquí
deberíamos añadir las 24 horas del día, los 12 meses del año, las 12 pulgadas
de un pie y la docena como unidad. Si rastreamos estos conocimientos desde sus
orígenes, nos topamos inevitablemente con Sumer. Y lo más inquietante: Su
tradición enseña que los «dioses» les enseñaron todo esto al bajar de sus «shems»
o vehículos estelares en la antigua Mesopotamia.
Que los sumerios hayan manejado este acervo de conocimientos antes que
los egipcios no deben sorprendernos. Hoy en día es por demás conocido que el
ciclo procesional de 25.920 años dividido en 12 partes de 2160 años las
denominadas «casas del Zodíaco» es un aporte innegable de ellos. Hay que
comprender esto porque buena parte de las informaciones que manejamos,
encuentran su cimiento en este legado que, desde las estrellas, iluminó Sumer
hace seis mil años, o más…
Sin embargo, lamentablemente el Proyecto Sumerio no se llevó a cabo como
se había planeado, ya que se les otorgó a ellos demasiado conocimiento en poco
tiempo, creando una dependencia con los seres que «venían del cielo». Al
suceder esto, los Instructores dejaron de venir, buscando así romper el cordón
umbilical que se había creado, cosa que fue aprovechada por los del Gobierno
Negativo, que de inmediato aparecieron haciéndose pasar como dioses para
que los adoraran, y esta civilización, Sumer, aunque muy avanzada
tecnológicamente para la época, fue conquistada por otras muy violentas como la
Acadia, acabando con la esperanza de evolución de conciencia que se tenía.
Al fracasar el proyecto de trabajar sobre un colectivo de personas o
pueblos, los extraterrestres decidieron trabajar entonces, sobre una élite de
individuos. Así surge el Proyecto Egipcio. Aunque estas tierras,
como veremos más adelante, ya habían sido escenario de visitas extraterrestres…
LA MISIÓN RAHMA
CAPITULO 16
Mientras se había estado desarrollando el Proyecto Sumerio, en el 4.200
a.C. se crearía una misión cósmica de ayuda al planeta, para ser insertada en
un futuro en el mundo. Esta misión, llamada RAHMA, fue una iniciativa del
Consejo de los 24 Ancianos de la Galaxia.
La Misión Rahma sería una de varias misiones de alerta que
forman parte del Plan Cósmico.
Como hemos venido aprendiendo, a través de este puente de contacto, los
Guías y Maestros buscan llevar a la Humanidad a un despertar de conciencia, en
donde el
Hombre salva al Hombre por medio de una transformación en sí mismo y en nuestro
mundo. La fuerza o energía capaz de lograr dicha transformación, es el AMOR. De
ahí, que expresemos que Rahma es Amar.
La Misión Rahma decimos, es una labor de contacto contacto consigo
mismo, con la familia, con el grupo, con la Humanidad, con los Guías, con Dios,
en la cual, hermanos de otros mundos, ayudan al Hombre a tomar
conciencia de su misión, sugiriendo para ello, una preparación
integral a nivel físico, mental y espiritual, que a través de una actitud de
constancia y disciplina logren el cambio, proyectándose así, como verdaderos
Soles que irradian Luz y Amor a la Humanidad. Es por eso que la palabra Rahma,
en uno de sus aspectos más conocidos significa Sol en la Tierra (RA=Sol,
MA=Tierra); es decir, iluminar o irradiar Luz en el planeta.
Los Objetivos a Futuro de la Misión RAHMA en la Tierra
La Misión Rahma procura la activación de un programa de contacto, el
mismo que ha venido desarrollándose en la Tierra desde hace millones de años.
Mantenernos firmes y perseverantes en los objetivos natos de Rahma sin desviar
nuestra atención, sería la elección correcta para culminar lo que fue dispuesto
por los Mayores.
Las misiones en nuestro planeta, desde luego, son varias, difieren en
forma y en objetivos; pero en lo que a Misión Rahma respecta, los objetivos son
los siguientes:
La Comunidad de Base: Se refiere a crear grupos
de sintonía y afinidad, que trabajen generando un estado mental positivo. Esta
común-unidad no señala únicamente a un grupo físico de personas, la unidad se
da también a niveles mentales, todos visualizando un mismo objetivo.
El Despertar de Conciencia: Consiste en activar la
Clave del Recuerdo que nos aclara el momento que estamos viviendo. Empezar a
comprender la existencia de un Plan Cósmico que reserva un destino de gran
trascendencia para el ser humano. Este Despertar de Conciencia se debe iniciar
en uno mismo e irradiarlo al prójimo.
Preparación para la posible Catástrofe: La
que no se refiere exclusivamente a un cataclismo, sino a una catastro – fe o
evaluación de nuestra FE frente a situaciones de duda y caos. La gran cantidad
de nueva información cuestionará el desarrollo humano en todos los campos. Sólo
la voluntad férrea de una persona decidida se transformará en la antorcha que
separa las tinieblas de la confusión, y es que, si antes había desinformación,
ahora existe información en abundancia que no necesariamente es correcta.
Muchos se extraviarán por esta clase de información al encontrarla atractiva y
acorde con expectativas personales.
Concretar el encuentro con la Gran Hermandad Blanca de los Retiros
Interiores: El que ocurrirá durante el momento final de
la Misión. Este encuentro simbolizaría el ingreso de la Humanidad como la
Civilización número 33. Con este encuentro, nosotros pasaríamos a ser
discípulos de la Gran Hermandad Blanca para luego consolidarnos como los
Instructores del Nuevo Tiempo.
Recepción del Libro de los de las Vestiduras Blancas: Este
es el objetivo supremo y final de la Misión Rahma, que la Humanidad reciba la
verdadera historia de la Tierra. Así, este conocimiento nos liberaría de la
dependencia cíclica al error. Este objetivo, por su connotación de «retorno de
lo sagrado», señala además el advenimiento del Cristo Cósmico.
El plan para elaborar la Misión RAHMA involucraría la observación de
espíritus potenciales en la Tierra, que miles de años más tarde serían
integrados a ella para trabajar por el bien y transformación de la humanidad.
EGIPTO Y EL RECUERDO DE ORION
CAPITULO 17
Al haber fracasado el Proyecto Sumerio, los Instructores Planetarios
decidieron trabajar sobre una elite de individuos en la actual meseta de Gizeh.
Así surge el proyecto Egipcio, en un escenario que ya había sido inquietado por
visitas de Vigilantes extraterrestres, en tiempos de la Atlántida.
Antes de la presencia del «primer faraón», Menes, que habría aparecido
en escena hacia el año 3100 a.C., en Egipto vivían los «dioses». Al menos eso
es lo que se rastrea en el país del Nilo, en una época que era llamada Zep
Tepi y en donde habitaba una raza de seres hermosos llamada Neteru y
que literalmente significa «Vigilantes». También se habla de una suerte de
híbridos o mestizos entre los dioses y los seres humanos en aquellos tiempos.
Nos referimos a los Shemsu-Hor o los «Hijos de Horus«,
¿los atlantes? mencionados a todas luces en el conocido Papiro de Turín. Sin
embargo, este relato es tomado por los historiadores tan sólo como un mito ya
que los copistas hacen clara omisión en sus escritos de aquellos primeros
tiempos donde los dioses se mezclaban con los hombres. Afortunadamente sabemos
al menos, que los «dioses» venían de un lugar específico: Orión.
El Misterio de Orión
Orión es tal vez la más bella y la más impresionante constelación de
todo el cielo. Los científicos terrestres la ubican entre unos 300 y 1500 años
luz de distancia. De manera clarísima, se levantan las dos estrellas de los
hombros, Betelgeuse y Bellatrix, las tres
estrellas del cinto, Al-Nitak, Al-Nilam y Mintaka conocidas
como las Tres Marías o los Tres Reyes Magos, y las dos estrellas de los
pies, Saiph y Rigel.
El objeto más precioso de la constelación de Orión es la famosa Gran
Nebulosa de Orión. Tiene la denominación del catálogo Messier
M42 y se halla a unos 1.500 años-luz de distancia.
A pesar que la constelación se encuentra a tantos cientos años luz, no
tenemos que emprender un viaje tan largo para comprender el enigma que esconde
tras ella. La respuesta la encontramos en nuestro mismo suelo ya que podemos
rastrear sus huellas en los emplazamientos arqueológicos de las más remotas
civilizaciones que, poseedoras de un sospechoso conocimiento astronómico,
alinearon sus templos y obeliscos hacia las estrellas de donde venían sus
«dioses». Una clave para comprender las visitas extraterrestres a nuestro
planeta y su conexión con la dinámica del Plan Cósmico.
Ya en 1994, Robert Bauval, un ingeniero belga aficionado a
la astronomía, lanzó una certera pedrada a la frente de la egiptología ortodoxa
al demostrar que las tres pirámides de Gizeh están alineadas con el cinturón de
la constelación de Orión, en el año 10.500 a.C. Y aunque tirios y troyanos se
rasgaron las vestiduras, la tesis de la correlación de Orión ha venido ganando
mayor terreno en el ámbito científico.
¿Porqué apuntar las pirámides a Orión? ¿Quiénes estaban mirando a los
cielos hace 12.000 años? ¿Cómo pudieron ser construidos estos gigantescos
monumentos con tal precisión si se supone que por esta época no existían
civilizaciones representativas?
El Rostro de Marte, Maldek y Orión
Hace algunos años, por la década de los ochenta se puso de moda una
imagen que tomó la sonda estadounidense Viking (1976), en su
misión a Marte. Esta imagen muestra lo que parece ser un rostro humano, o por
lo menos, casi humano. Muchos argumentaron que era simplemente un juego de
luces y sombras lo que hacía que se diera o se reflejara esta supuesta
similitud en el suelo del planeta rojo. Hacia finales del siglo XX, para
asegurarse si esto era de verdad un rostro o una coincidencia del momento de la
captación de la imagen, el Mars Global Surveyor, tuvo como encargo
volver a fotografiar de una manera profunda esta región identificada como Cydonia.
Los resultados fueron concluyentes al demostrar que sí, que un gran porcentaje
de los rasgos de la llamada «cara» se daban debido al juego de luces y sombras,
lo cual desbarataba cualquier insinuación de una construcción deliberada o
simbólica. A menos ello es lo que la NASA pretendió hacer creer al mundo y
liberarse así del molesto rostro marciano.
¿Acaso de la misma forma como fueron ubicadas las pirámides en Egipto,
«alguien» las ubicó en Marte? Recordemos que los Guías nos han dejado saber que
colonias Atlantes lo poblaron, así como a Maldek, y ¿si en nuestro
mundo las construimos como estabilizadores luego de la destrucción del quinto
planeta, por qué no pensar que en
Marte, vecino directo de Maldek, no pudieron haber hecho lo mismo?
Las Pirámides
Sea como fuere, resulta curioso observar que los egipcios llamaban a las
pirámides «IKHET», que significa Luz Gloriosa. Para los Mayas sus pirámides se
denominaban «PIRHUA AMENCO», que se traduce como Revelador de Luz. En Sumer,
sabemos que los zigurats o pirámides escalonadas se les llamaba «ESH», que
significa Fuente de Luz. Quizás por ello, la palabra pirámide (PIRA = Fuego o
Luz; MIDE = Medida) también significa «Medidor de Luz o energía«.
Las pirámides egipcias, habrían sido construidas por el pueblo bajo la
supervisión de los atlantes, entre ellos, Hermes Trismegisto, o Thot,
aproximadamente hace unos 12.000 años y no como lo asegura la ciencia actual,
alrededor del 2.500 antes de Cristo. Ellas tenían como función la de estabilizar
el planeta debido a los desfases de su eje y los impactos ya
mencionados. De ellas se necesitaban como un condensador de energía. Las
pirámides tenían inicialmente puntas de Cristal de Roca.
Ahora bien, pese a todo este legado de informaciones y asistencia
cósmica, el Proyecto Egipcio, finalmente, no prosperó. Los intermediarios o
sacerdotes empezaron a manipular el conocimiento que, con el
transcurrir del tiempo y ya con la ausencia de los extraterrestres instructores
se fue perdiendo y deformando.
Ello se refleja, inclusive, en las propias construcciones egipcias. Por
ejemplo, las que corresponden a las épocas más antiguas lucen ciclópeas y
perfectas. Sin embargo, las edificaciones más tardías, en vez de denotar una
evolución, parecen un burdo remedo del pasado estelar y atlante de
Egipto estelar por la presencia extraterrestre y atlante porque fue fundaba por
supervivientes de la Atlántida. Y por si todo esto fuera poco, en el remoto
pasado de Egipto se habría producido, también, una influencia de las fuerzas
oscuras, procurando utilizar el poder de las pirámides para tratar de liberar a
los deportados que yacen atados a la Tierra por los Cristales-Prisión. Y,
aunque ello no llegó a concretarse, fue un episodio oscuro que enfrentó la
civilización egipcia.
El Proyecto Egipcio sería finalmente abandonado, y la Confederación
Galáctica creyó oportuno cambiar el modo operante de instrucción y asistencia a
la humanidad de la Tierra. Ahora no se trabajaría sobre un grupo dirigente de
humanos, sino sobre un individuo. Un ser humano sensible y especial.
ABRAHAM: UN PROYECTO, UN INDIVIDUO
CAPITULO 18
Tres mil años antes de Cristo, el pueblo semita emigró de Arabia Saudita
debido a los cambios climáticos operados en esa zona, instalándose una serie de
clanes a lo largo de la media luna fértil que iba desde Canaán hasta Caldea.
La familia de Abraham era uno de dichos clanes, semita del clan de Eber,
de los Hebreos, el cual se instaló en lo que hoy corresponde a Siria, en la
región de Arampadam, en el pueblo de Harán. Posteriormente, Taré, padre de
Abraham, emigra hacia Ur de los Caldeos, metrópoli de aquel
entonces. Una quiebra «económica» que se menciona en el Talmud en forma
anecdótica, llevó a Taré a regresar a Harán, en donde a su muerte, su hijo es
conectado para que de desplace hacia Canaán, zona programada para llevar a cabo
algo…
Abraham: La programación de un Pueblo
Ese «algo» era aceptar ser programado y es así como
Abraham permite ser seleccionado para que en él se multiplicaran las cualidades
de guía espiritual y luego, a través de su descendencia.
Abraham era una persona muy inteligente que aceptó la idea que los
Instructores extraterrestres le transmitieron acerca de un Dios incomprensible,
inconmensurable, inabarcable e in manifestado. Entendamos que no se trataba de
un «dios extraterrestre» que vivía en otro planeta, sino, un Dios como
un origen de todo. Justamente es, 3800 años después, ésta la idea que la
humanidad tiene de Dios. Pero en aquel entonces era todo lo contrario ya que
existían miles de templos y miles de dioses a quienes se les pagaba tributo y
adoración.
Abraham capta este mensaje y lo asume. Él, una persona algo sin igual,
ya que contaba con un buen desarrollo de la telepatía y la percepción
extra-sensorial, lograba contactarse con los Guías o
Instructores sin necesidad de acercamientos de naves o cosas por el estilo.
Entonces, una vez aceptado su rol, a Abraham se le programa genéticamente, para
que a través de él, se cree un grupo humano que pueda orientar espiritualmente
al resto de la humanidad, actuando como guías para el resto, pero no para que
se crean mejores, sino para que estén al servicio.
Hay que anotar, que según lo que nos han transmitido los Guías, la
Tierra y la humanidad son el pueblo seleccionado, mas no así un pueblo en
particular de ella. El caso de Israel no es el del pueblo elegido, sino más
bien, en un principio, una selección individual y de relación directa con la
persona de Abraham y su descendencia para que conscientes de su misión,
sirvieran como guías espirituales y ejemplo de vida. Pero como con el paso del
tiempo se hizo caso omiso a las recomendaciones, el mensaje transmitido con
base en actitudes, perdió la fuerza de su universalismo, desuniendo a los
hombres, alentando mayores diferencias y elitismos.
La idea de ubicar a Abraham en Canaán es porque este
sector es un puente natural entre Asia y África. Un lugar de
tránsito por el cual muchos pueblos en el futuro iban a tener que utilizarlo
como fue el caso de los egipcios, los hititas, con los sirios, los babilónicos
y los persas, entre otros. Inclusive tiempo después, los griegos y los romanos
terminaron cruzando por este «obligado» sector de la geografía. ¡Qué mejor
lugar para colocar a alguien o a un grupo humano que tuviera tan arraigado sus
principios éticos, morales y espirituales que pudieran contaminar al
resto de la humanidad con ellos!
El Encuentro con Melquisedec
Abraham no solamente estuvo guiado por Instructores extraterrestres,
sino que también por miembros de la Gran Hermandad Blanca intraterrena.
Un día que regresaba de una batalla en la que había derrotado a una
coalición de reyes, Melquisedec, uno de los miembros del Gobierno
Interno Positivo y rey de Salem (nombre antiguo de Jerusalén, pero a decir de
ciertos investigadores, es uno de los nombres secretos de Shambhala, la morada
del Rey del Mundo) le salió a su encuentro y lo bendijo; entonces Abraham le
dio la décima parte de todo lo que había ganado en la batalla. De esta manera,
también se supervisaba el proyecto y se daban las recomendaciones a seguir.
Una de las recomendaciones era que se cuidara la sangre, que no se
mezclara ésta para no alterar el programa genético. Abraham no podía tener
hijos con Sara, sin embargo ella concibe con la ayuda de los extraterrestres
que la visitan teniendo a Isaac. Isaac se casa con Rebeca, quien
tampoco podía tener hijos hasta que con la ayuda de «lo alto», concibe a Esaú
y Jacob. Jacob se casa con Lea, su prima, y luego con Raquel, a quien
realmente amaba pero ella tampoco podía darle hijos. Mas, nuevamente, con la
mano de los del cielo, tiene a José, el de los sueños
premonitorios, el del don de la profecía. Como podemos ver, demasiados
nacimientos de «madres estériles», demasiados hijos programados…
Esta especie de hijos programados muestra el seguimiento y la
continuidad que se le quería dar al proyecto, procurando que no se desviara o
se interrumpiera en el camino más de la cuenta. Era la mejor manera de
supervisar que la programación genética se mantenía, asegurándose que al final,
podrían darse las condiciones como para que se manifestara y
materializara a través de estos pueblos, la Conciencia
Crística en un ser iluminado y altamente evolucionado terrestre que
estuviese dispuesto a brindar sus siete cuerpos como para que se incorporara en
su momento, un ser de la categoría de Hijos de Dios procedente del Universo
Mental.
fin primera parte
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